El CERMI reclama un Orgullo 2025 inclusivo, interseccional y que llegue al medio rural

Infografía del Manifiesto del Orgullo CERMI 2025

Con motivo del Día del Orgullo LGTBI+ 2025, el Movimiento CERMI ha hecho público su Manifiesto, una toma de posición política y social en el que denuncia la discriminación estructural que sufren las personas LGTBI+ con discapacidad, especialmente aquellas que residen en entornos rurales. En esta edición, el foco se sitúa en una realidad aún más invisibilizada: la de quienes viven en pequeñas localidades o zonas alejadas, donde la confluencia entre diversidad sexual, discapacidad y aislamiento territorial multiplica las barreras y los factores de exclusión.

El Movimiento CERMI alza la voz por quienes han sido históricamente silenciados. Las personas LGTBI+ con discapacidad que se enfrentan a vulneraciones sistemáticas de derechos en todos los ámbitos de la vida: el familiar, el educativo, el laboral, el sanitario, el institucional y el social. A esta discriminación estructural se suma, en el medio rural, la escasez de recursos, la falta de accesibilidad, la presión del entorno cercano, la ausencia de referentes y el abandono institucional, factores que empujan a muchas personas a vivir su identidad en soledad, con miedo y sin apoyos.

El manifiesto del CERMI recoge los resultados de un estudio de 2025 promovido por la Dirección General para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas LGTBI+ del Ministerio de Igualdad, a petición del CERMI, que evidencia que más del 70 % de las personas LGTBI+ con discapacidad han sufrido discriminación en el ámbito educativo, siendo las mujeres y personas no binarias jóvenes las más afectadas. En el entorno laboral, el 41 % ha experimentado rechazo o acoso, y muchas personas se ven obligadas a ocultar su identidad o su discapacidad para evitar represalias. En el ámbito sanitario, el 46 % declara haber sentido discriminación, especialmente en servicios esenciales como ginecología, urología o endocrinología. Además, la participación social se ve limitada por la ausencia de espacios accesibles, seguros y representativos.

Frente a esta situación, el Movimiento CERMI reclama con firmeza la incorporación del enfoque interseccional en todas las políticas públicas, que reconozca la diversidad de experiencias y opresiones que viven las personas LGTBI+ con discapacidad. Asimismo, exige la creación de recursos accesibles y apropiados en el medio rural, que garanticen el derecho a una vida digna, libre y plena. El manifiesto también demanda una educación sexual integral, inclusiva y libre de prejuicios, que reconozca la diversidad corporal, mental, cognitiva y afectivo-sexual, así como el despliegue de protocolos

institucionales eficaces que aseguren la protección frente a la violencia sexual y de género, los discursos de odio y la discriminación múltiple.

Asimismo, el CERMI reivindica la visibilidad, la representación y el liderazgo de las personas LGTBI+ con discapacidad en todos los espacios sociales, políticos y culturales. En palabras del Movimiento CERMI, “el Orgullo no puede seguir siendo únicamente urbano, joven y sin discapacidad”.