Un Parlamento de Mujeres con Discapacidad para una Canarias Inclusiva
Este 18 de junio, el Parlamento de Canarias fue testigo de un hito que, como presidenta de CERMI Canarias, me llena de un inmenso orgullo y una profunda esperanza. El 'Primer Parlamento Canario de Mujeres con Discapacidad' no fue solo un evento; fue la materialización de un anhelo, la confirmación de una fuerza colectiva y, sobre todo, una rotunda demostración de que cuando las mujeres nos unimos con una intención clara y segura, podemos mover montañas.
Hace poco más de un año, la idea de replicar una iniciativa similar vista en Madrid prendió en nuestra Comisión de Mujer e Igualdad de CERMI Canarias. Hoy, al ver a setenta mujeres de todas nuestras islas alzar su voz en la primera institución autonómica, no puedo sino afirmar que "con el trabajo de unas pocas mujeres impulsoras se pueden conseguir las cosas". Es un testimonio vivo de que la determinación y la convicción abren caminos donde antes solo había obstáculos.
La realidad que enfrentan las mujeres con discapacidad es, lamentablemente, una de doble o incluso triple dificultad. Vivimos en un mundo que ya de por sí es complejo, y añadir a nuestra mochila la condición de mujer y la de tener una discapacidad, especialmente si también somos madres, nos coloca ante un escenario mucho más desafiante. Esta es una verdad que a menudo pasa inadvertida para quienes no la viven en primera persona, pero que resonó en esta jornada con una claridad de altos decibelios en cada testimonio.
Y es que, como siempre defendemos, los derechos "están". No son una concesión, no son caridad; son inherentes a nuestra condición de personas y ciudadanas. Somos perceptoras de derecho, y nuestro cometido es "ponerlos siempre encima de la mesa para que sean respetados por todos y cada uno". La accesibilidad universal, la igualdad ante la ley, la vida en comunidad, nuestros derechos sexuales y reproductivos, una educación inclusiva, una salud integral, un empleo digno y nuestro empoderamiento y liderazgo, son pilares fundamentales de una vida plena, y así lo exige el Manifiesto aprobado por consenso y unanimidad.
Un aspecto crucial que quiero subrayar es la importancia de visibilizar a aquellas mujeres con discapacidad con grandes necesidades de apoyo. Ellas, que quizá no pueden expresar sus vivencias con palabras o asistir a eventos como este, son una parte fundamental de nuestro grupo. El 68 % de las personas con discapacidad intelectual, por ejemplo, requieren grandes apoyos, y esa realidad es extensible a muchas otras. Siempre decimos que la barrera la pone el entorno. Por ello, nuestra labor colectiva es asegurar que cada mujer, cada persona con discapacidad, tenga los apoyos que necesita para vivir con dignidad y plenitud.
El Manifiesto del Parlamento Canario de Mujeres con Discapacidad, ese documento vital aprobado por 64 votos a favor y ninguna abstención ni en contra, es nuestro programa y guía. Es un grito claro por la igualdad, el respeto y la libertad, y la convicción de que "sin nosotras, no hay justicia social".
Como Presidenta de CERMI Canarias, reafirmo mi compromiso de ser la "paloma mensajera" de estas voces y reivindicaciones. El trabajo que tenemos por delante es complejo, como lo ha sido la propia organización de este Parlamento, pero la energía y determinación que ayer se sintieron en la sala nos impulsan a seguir adelante. No daremos "ni un paso atrás" en el camino hacia la igualdad plena y absoluta. Porque, como bien se dijo, las mujeres con discapacidad "también tenemos sueños y solo pedimos algo muy sencillo: que se nos permita vivirlos".
Gracias a todas las que estuvieron, a las que alzaron su voz, a las que apoyaron desde la distancia, y a quienes ahora tienen en sus manos la responsabilidad de traducir estas palabras en acciones. La luz que desprenden es inmensa, y con esa luz, Canarias se construirá como una sociedad más justa, equitativa e inclusiva para todas.