Dong, febrero, otra uva, otro adiós.
Y con cada uva me tragaba la esperanza de una reforma que nunca llega.
Dong, marzo, un año en el que parecía que ya la tocábamos con las manos.
Dong, abril, las personas con discapacidad dejaríamos de ser disminuidas.
Dong, mayo, tras más de 15 años de reivindicarlo el CERMI.
Dong, junio, tras tres años de la campaña #NoSoyDisminuida.
Dong, julio, y más de 80.000 firmas de apoyo.
Dong, agosto, mujeres, niñas, hombres y niños con discapacidad aún tenemos que seguir esperando.
Dong, septiembre, una reforma del artículo 49 de la Constitución que nos dignifique.
Dong, octubre, porque no somos una prioridad, nunca lo hemos sido.
Dong, noviembre, menos aún las mujeres y las niñas.
Dong, diciembre, adiós 2021.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Que en 2022 ocupemos en la Carta Magna el lugar que por derecho y justicia merecemos y que estemos siempre presentes en el imaginario social para no acabar en el cajón del olvido social.