El desarrollo de un liderazgo personal y profesional en el colectivo de las mujeres con discapacidad

Si se reconoce que en todas las sociedades las mujeres tienen menos capacidad de decisión que los hombres sobre los aspectos estratégicos de sus vidas, lo que caracteriza a las visiones feministas sobre este tema es la recurrencia en conceptos como poder, derechos, intereses, elecciones y control, a la hora de definir las implicaciones del empoderamiento. También, dan gran importancia a la manera en que estos procesos proveen a las mujeres de recursos intangibles como la autoestima, las habilidades de reflexión y análisis, la organización colectiva o la incidencia política. Al mismo tiempo, afirman que los cambios propiciados por el empoderamiento ocurren tanto a nivel individual y en el ámbito del hogar, como en las estructuras sociales y el espacio público.

Empoderamiento y discapacidad

El empoderamiento implica incorporar la autoconciencia sobre una situación de desigualdad, una visión crítica sobre el sistema de relaciones de poder, sobre los papeles y estereotipos asignados y sobre los déficits de participación histórica, en este caso especialmente de las mujeres con discapacidad.

Las personas con diversidad funcional empoderadas tienen una situación más favorable para obtener una plena inclusión en la sociedad y para realizar elecciones en la propia vida que fomenten la equidad social.

Este trabajo busca aplicar las herramientas del coaching para promover un verdadero crecimiento personal y social en la mujer con discapacidad para que pueda asumir su liderazgo en la comunidad a la que pertenece, participando en las decisiones que la afectan.

El liderazgo se ha convertido en una necesidad social ya que alguien tiene que dar el primer paso, alguien tiene que “tirar del carro” y tiene que saber hacerlo en una nueva dirección. El líder debe tener clara su visión y sus objetivos, para esto, debe aprender a conocerse e identificar sus talentos, así como sus límites y debilidades. También, deberá desarrollar la autoconciencia que le permitirá influir en los demás, evitando lo que algunos llaman manipulación. La diferencia entre manipulación e influencia es la integridad moral y la capacidad de tener en cuenta la ecología de sus actos, es decir las consecuencias positivas y negativas para él, los demás y el entorno.

La metodología que propongo está basada en mi experiencia como profesional de Recursos Humanos, por eso me he planteado definir en primer término las competencias clave y luego, a partir de estas, elaborar y redactar un cuestionario, que en el caso de que se aplique en un futuro, permitirá desarrollar un plan de acción y evaluar las competencias de las personas que participen.

Talleres de trabajo personal y grupal

La reflexión a partir del cuestionario servirá para organizar y fundamentar la dinámica de las reuniones, en las que todas las integrantes serán escuchadas con total respeto, sobre todo por la coach que actúe como coordinadora. Los temas que se irán planteando a través de las preguntas, que, al ser personales, servirán para que cada una de las mujeres se vea reflejada y se identifique con las vivencias las demás. 

El cuestionario se escenifica en la dinámica de taller, si es el caso de un grupo, pero también puede implementarse en forma individual y a través de una comunicación digital, aunque no sea lo más idóneo. La propuesta es presentarse sin miedos, aunque se tengan, y reflexionar junto con la coach sobre la condición de diversidad que les ha tocado vivir. Tengo plena confianza en la efectividad de esta técnica que permite crear un espacio de intimidad y sinceridad, que motiva y a la vez protege a las participantes, porque el grupo por sí mismo, ya es enriquecedor.

Conclusiones

  •  Si la situación y el nivel de autonomía de la mujer con discapacidad logra ser mejorada, disminuirá su grado de dependencia, que es uno de los aspectos que más influyen en la discriminación, pese a la influencia de otras variables que se dan al unirse la condición de género y la discapacidad. 

  • La atención personal e integrada a la situación de discapacidad femenina impulsará individual y socialmente los cambios necesarios para promover un verdadero liderazgo. 

  •  El análisis de las capacidades de todas las personas, en este caso de las mujeres, será fundamental para su inclusión activa y participativa en la sociedad.