Así lo puso de manifiesto la entidad durante la celebración de la XXXV edición del webinario ‘No estás sola’, en el que mujeres con discapacidad dieron a conocer sus diferentes experiencias personales sobre la asistencia personal y cómo de importante es la promoción de esta figura para desenvolverse en todas las esferas de su vida y permitir su inclusión en igualdad de condiciones.
Además, participaron expertas en la materia como la coordinadora del programa sobre Asistencia Personal de Plena Inclusión, Silvia Muñoz; la directora del Área de Autonomía Personal y Vida Independiente de PREDIF, Myriam Arnaiz Caballero; la trabajadora del área de Promoción de la Autonomía Personal de COGAMI, Juana María Tubío; la responsable técnico del Servicio de Apoyo a Mujeres y Niñas con Discapacidad Víctimas de Violencias de Género en Extremadura (SAVIEX) de CERMI Extremadura, Sofía Más Guisado; la responsable de Igualdad de Género de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), Alba Prado Mendoza; y Mónica Aguado, del área de Derechos-Servicios jurídicos de CERMI Comunidad Valenciana.
Durante la jornada, la Fundación CERMI Mujeres aseguró que la figura de la asistencia personal está reconocida en la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, así como en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en la que se hace mención específica a la vida independiente, a través de su artículo 19.
Sin embargo, recordó que el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas mostró su preocupación sobre la asistencia personal en 2019. En este sentido recomendó a España que se reconociera el derecho a la asistencia personal y que se incluyera un amplio abanico de apoyo gestionado por la persona.
Y es que, tal y como explicaron las mujeres expertas, se trata de profesionales que apoyan individualmente a las personas con discapacidad en todo tipo de actividades con el objetivo de mejorar su calidad de vida. En este sentido, coincidieron en que “la vida independiente es una cuestión de derechos y que la asistencia personal es una clave para garantizarla”. También recordaron que se trata de un servicio “centrado en la mujer con discapacidad” y que es ella la que elige “qué, cómo y cuándo necesita los apoyos”.
TESTIMONIOS DE MUJERES CON DISCAPACIDAD
Precisamente esto trataron Rocío, María y Chari, tres mujeres con discapacidad que explicaron cómo la asistencia personal les permite poder participar de una forma más autónoma en la comunidad al tiempo que han reivindicado un mayor número de horas para acceder a esta figura.
Rocío es una mujer con parálisis cerebral que puso de manifiesto la necesidad de contar con este servicio para que sus padres no tengan que disponer de todo el tiempo para ellas. Por su parte, María ha recordado cómo fue su infancia sin ningún tipo de apoyos, más que los de su familia. “Hace dos años y pude elegir a la persona para ver en qué tareas me tenía que apoyar para sentirme libre y ahora pienso en una vida independiente fuera de mi núcleo familiar”, aseguró.
Por su parte, Chari explicó que se deben encontrar otras fórmulas para desistitucionalizar a las mujeres con discapacidad. “A veces vivimos en centros residenciales no aptos porque se mezclan diferentes discapacidades, cada una con sus necesidades”, afirmó. En este sentido, apuesta por pisos con apoyo, que le den la independencia que necesita.
CLAVE PARA LA DETECCIÓN DE LA VIOLENCIA
Las expertas que han participado en el webinario también se refirieron a la asistencia personal como una herramienta básica de detección de violencia contra las mujeres con discapacidad. En relación a esto, recordaron que en el año 2017 se aprobó el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que hacía una alusión explícita a la asistencia para que exista acompañamiento a mujeres que así lo necesiten y evitar así la revictimización.
De la misma manera, hicieron alusión a la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019 a través de la cual se desgrana que alrededor del 80% de las mujeres con discapacidad habían recibido violencia en cualquiera de sus formas (física, psicológica, sexual, etc.). También se refirieron al primer estudio sobre la situación de las mujeres con discapacidad que sufren violencia de género en Extremadura, elaborado por CERMI Extremadura, que plasma que el 67% de las mujeres que se sometieron a esta encuesta habían sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas.
Con estos datos sobre la mesa, todas reivindicaron la figura de apoyo para que las mujeres con discapacidad puedan denunciar y tomar decisiones con el objetivo de evitar este tipo de violaciones.
