Se tipifica además la tenencia de sustancias corrosivas, así como la fabricación y tráfico de sustancias peligrosas, con el objetivo de atacar a toda la cadena delictiva. A estos tipos penales no se les aplicará los beneficios de la suspensión condicional de la ejecución de la pena ni los de la prisión domiciliaria. La Ley lleva aparejada la puesta en marcha de una política pública destinada a ofrecer asistencia integral a las personas –muchas de ellas mujeres-víctimas de este tipo de delitos.
De hecho, esta nueva regulación ha adoptado el nombre de Ley Natalia Ponce, mujer que fue atacada por un hombre en el portal de su casa en 2014. Natalia en la actualidad está dedicada a trabajar para crear una Unidad de Atención para Personas Quemadas en Colombia y ha creado una Fundación para ayudar a personas víctimas de ataques con ácido.
Según datos oficiales, en los últimos 10 años más de 900 personas han sido víctimas de este tipo de ataques.