La Fundación CERMI Mujeres (FCM) se ha unido a la denuncia pública del riesgo de sufrir trata y explotación sexual al que se ven expuestas, en mayor medida, las mujeres y niñas con discapacidad. Dicho riesgo se ha puesto de especial manifiesto tras la presentación que tuvo lugar ayer lunes del documental Ava en la Academia de Cine, que cuenta con la colaboración de Fundación ONCE.
El documental, que narra la historia de Ava, una adolescente con discapacidad intelectual que es víctima de trata sexual ha sido seleccionado en más de 27 festivales nacionales e internacionales y ha recibido cerca de una decena de premios, entre ellos Mejor Documental de Derechos Humanos en el Festival de Cine Independiente de Elche y Mejor Corto Documental en español en el Cerdanya Film Festival. Todo ello le ha llevado a ser uno de los documentales preseleccionados para los premios Goya 2024.
Fundación CERMI Mujeres considera que el documental AVA es un trabajo valiente y necesario que pone de relieve una realidad silenciada como es la explotación sexual de las personas con discapacidad. El documental muestra la vulnerabilidad de estas personas, que se ven más expuestas a ser víctimas de trata y explotación sexual.
En este sentido, la Fundación CERMI Mujeres ha recordado que, de acuerdo con el último estudio ‘La trata de mujeres y niñas con discapacidad con fines de explotación sexual en España’ publicado por el Observatorio Estatal de Discapacidad en 2022, esta lacra afecta en mayor grado a las mujeres y niñas con discapacidad. Se trata, según el estudio, de una realidad extendida pero invisible, lo que dificulta su atención al no existir datos cuantitativos que sirvan para analizar en profundidad el problema y fundamentar la incidencia política. Lacra que, a su vez, está cargada de estigma y tabú social para las mujeres con discapacidad y sus familias que además se acentúa en los casos de discapacidad intelectual.
El estudio, además, concluye que sus efectos suelen producir daños graves en la salud mental y en la capacidad cognitiva, que a menudo confluyen con, provocan o agudizan una discapacidad intelectual, lo que dificulta su detección temprana.
En esta línea, además, la investigación incide en que las políticas que la abordan tienden a priorizar el enfoque represivo en lugar del preventivo y reparativo. “Es necesario poner el foco en las causas, en la prevención, en la atención a los efectos devastadores y en la reparación del daño”, señala.
La inexistencia de recursos especializados que atiendan a mujeres en esta situación adaptados a sus necesidades y con personal experto en discapacidad, la falta de formación en discapacidad a entidades especializadas en trata, la escasez de recursos de acogida a medio o largo plazo y las listas de espera para acceder a ellos, la vulnerabilidad de las mujeres y niñas en recursos residenciales a las redes de trata o el escaso acceso al reconocimiento de la discapacidad, entre otros, son algunas de las conclusiones que también obtuvieron las autoras del estudio.