Así fue planteado por la directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, durante su intervención en la III Jornada de Pacientes SEMI, organizada por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que se celebró los días 28 y 29 y que contó con la participación, entre otros, de internistas, especialistas en gestión sanitaria, y representantes de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, de la Fundación Más que Ideas y de la Asociación de Pacientes con Pluripatologías Crónicas.
“La discapacidad es muy diversa, por lo que hay que tener en cuenta las necesidades de cada persona individualmente en materia de sanidad, al igual que cuando hablamos de cualquier otro ámbito”, manifestó Villarino, quien expresó que todavía no hay un espacio sociosanitario común “real”, pese a que “interactúan” entre sí las esferas sanitaria y social.
En su opinión, se debe promover la participación activa de las personas con discapacidad en la toma de decisiones y la vida independiente; “no delegar los cuidados en las familias y, en especial, en las mujeres”; tener presente el “sobrecoste” que supone la discapacidad, asegurar el acceso a servicios y productos de apoyo, reforzar la atención a la cronicidad y a la salud mental y garantizar la accesibilidad de la información y todos los procesos, entre otras reivindicaciones.
Además, insistió en que se debe tener en cuenta la variable de género, porque las mujeres con discapacidad tienen necesidades específicas, por lo que instó al Sistema Nacional de Salud (SNS) a aprobar una estrategia de género y discapacidad, así como a garantizar en todo momento una atención sexual y reproductiva en igualdad de condiciones que el resto de las pacientes.
Por otro lado, ante el contexto actual de pandemia, la directora ejecutiva del CERMI exigió que se garantice en todo momento que no exista discriminación en el acceso a la atención sanitaria, porque “todas las vidas son igual de valiosas”.
