En 1968, Riu hizo historia al convertirse en la primera mujer española en competir en los Juegos Paralímpicos, celebrados en Tel Aviv. En esta competición, ganó dos medallas de plata en natación, una en los 50 metros libre y otra en los 50 metros braza. En los siguientes Juegos Paralímpicos en Múnich 1972, ganó otra medalla de plata, pero decidió no aceptarla en protesta por el trato desigual entre atletas olímpicos y paralímpicos.
Además de sus logros deportivos, Riu se ha destacado como activista y educadora. Es licenciada en Psicología y Pedagogía por la Universidad Autónoma de Barcelona y ha trabajado como profesora en el Instituto Joan Salvat Papasseit de Barcelona. Su activismo la ha llevado a presidir la Asociación Dones No Estàndards, una organización que lucha por los derechos de las mujeres con discapacidad y contra la violencia de género.
Riu también ha sido representante de mujeres de Cataluña en las Naciones Unidas y miembro del Consejo de Europa en temas de mujer y discapacidad. Ha contribuido significativamente a la elaboración de políticas de igualdad y ha participado en numerosas publicaciones sobre feminismo y discapacidad.
María Carmen Riu Pascual es un ejemplo de resiliencia y dedicación, inspirando a futuras generaciones a luchar por una sociedad más inclusiva y justa para todas y todos.