Estos testimonios se han dado a conocer durante la celebración de la XXXII edición del webinario ‘No estás sola’, una iniciativa puesta en marcha por Fundación CERMI Mujeres para fomentar, durante la pandemia, el acompañamiento y la participación de las mujeres y niñas con discapacidad, así como de las madres y cuidadoras de familiares con discapacidad.
De esta manera, se han escuchado diferentes experiencias de vida relacionadas con esta realidad que sufren muchas mujeres por el hecho de ser madres y tener una discapacidad, ellas mismas o sus hijos e hijas.
TESTIMONIOS DE MUJERES EN PRIMERA PERSONA
Así, diferentes madres con hijos con discapacidad han descrito su situación. Sara ha explicado que lleva luchando por su hijo Emilio, que tiene una enfermedad rara, 10 meses ya que “se lo arrebataron”, al igual que a sus otros tres hijos, por haber sido “una niña tutelada en un centro de salud mental para menores hasta los 18 años”. “No he tenido ningún apoyo de la Administración”, ha declarado, al tiempo que ha asegurado que “todas las madres, tengan o no discapacidad, deben tener el derecho a ser madres, ser felices y tener a sus hijos e hijas”. Por ello, ha solicitado que “se tomen medidas y que haya un seguimiento de la madre y del menor para asegurarse de la situación antes de retirarle la custodia”.
Por su parte, Raquel, que también tiene un hijo con una enfermedad rara que está a punto de cumplir 7 años, ha expuesto su historia personal y la lucha a la que ha tenido que someterse. A los dos meses de nacer su hijo, le detectaron una enfermedad y, aunque todas las pruebas estaban bien, “no ganaba peso”. Raquel y su marido por aquel entonces, decidieron llevarle al Hospital Sant Joan de Deu, pero su sorpresa fue cuando les acusaron de negligencia por desnutrición. “Nos comunicaron que nos iban a quitar la custodia”, ha asegurado desolada. “En el hospital nos pusieron unos vigilantes en la habitación, como si fuésemos delincuentes”, ha continuado. Después de 40 días ingresado, le dieron la guarda a la abuela paterna y la custodia a Servicios Sociales, y a ella le limitaron las visitas durante casi 2 años. Ahora, aunque Raquel tiene la custodia compartida de su hijo con su ahora exmarido, ha denunciado que “la justicia no es nada justa cuando te enfrentas a la administración por quitarte a tu hijo”.
Ambas, han coincidido en que muchas madres con hijos e hijas con discapacidad son acusadas de tener el Síndrome de Münchhausen, una enfermedad que supone la invención de síntomas falsos o que provoca síntomas reales para que parezca que sus hijos o hijas están enfermos.
Asimismo, también se ha escuchado testimonios positivos de aliento para otras mujeres con discapacidad que quieren ser madres. Ése es el caso de Montserrat, una mujer con parálisis cerebral que decidió ser madre con su pareja y a la que, desde el principio, le apoyaron desde todos los ámbitos. El nacimiento de su hija fue prematuro, pero ella siempre ha podido cuidar de ella y cuando no lo ha logrado, ha pedido ayuda. “Cuando mi hija empezó a comer yo tenía muchas dificultades para acercarle los cubiertos a la boca, pero pedí ayuda y he podido sacar adelante a mi hija”, ha asegurado.
Por otro lado, se ha dado a conocer un testimonio protegido de una profesional de servicios sociales que vive en territorio rural. Así, ha denunciado el caso de una mujer con discapacidad intelectual que decidió ser madre junto a su pareja y que, en el momento en el que su bebé nació, el Juzgado de Menores “se lo arrebató por su discapacidad”. El pequeño pasó a una familia de acogida después a un acogimiento y adopción familiar y tras unos meses ella dejó de hablar y fue diagnosticada de Esclerosis Lateral Amiotrofia. En este sentido, desde la Fundación CERMI Mujeres se ha denunciado la falta de apoyo y ayudas para que esta mujer pudiera tener a su hijo en casa.
Otra mujer, cuyo hijo tiene parálisis cerebral ha contado que no ha podido seguir luchando para cuidarle porque fue diagnosticada de Esclerosis Múltiple. Su desgarrador testimonio ha acercado la problemática de las madres, con y sin discapacidad, cuidadoras de personas con discapacidad. Así, ha lamentado que, “muy a su pesar tuvo que dejar a su hijo en una entidad en la que fuera mejor cuidado”. Ahora, asegura que “estando en esa fundación tiene unas posibilidades de hacer maravillas, de viajar, y de tener una vida digna”. Por ello, ha animado a otras madres a tomar la decisión de pedir ayuda, “tanto por ellas como por sus hijos”.
SALUD MENTAL
Por su parte, la directora de la Fundación Mundo Bipolar, Guadalupe Morales, ha hecho alusión a un estudio sobre la violencia en mujeres con discapacidad psicosocial o con problemas de salud mental, elaborado por la Feafes País Vasco.
Este estudio, según ha asegurado, concluyó que 8 de cada 10 mujeres sufren maltrato por su pareja y que el 26% ha sufrido violencia sexual durante su niñez. Además, ha puesto de manifiesto la escasa credibilidad que se les da a estas mujeres cuando relatan, cuando narran a sus médicos que sufren violencia sexual por parte de sus parejas, y ha lamentado que “no les den crédito por la estigmatización social que existe en salud mental”.
En este sentido, ha denunciado que “el hecho de tener un diagnóstico y un problema de salud mental produce en la sociedad un rechazo debido a que se les considera peligrosos o violentos y es muy injusto”, lo que tiene un efecto agravado en las mujeres, a quienes, con frecuencia, como en su caso, se les niega la posibilidad de ser madres. En ese sentido, ha asegurado que “se han hecho muchos estudios que determinan que las personas con problemas de salud mental son receptores de violencia, y no tanto perpetradores”.
También ha intervenido la abogada Antonia Ortiz de Arcos, quien ha explicado el trabajo de defensa legal de las madres sin hijos. En este sentido, ha denunciado que “el sistema falla cuando un funcionario puede declarar un desamparo de un menor sin que lo autorice previamente un juez”. Por ello ha abogado por “cambiar el sistema de protección y que el desamparo se traslade al ámbito judicial y mejorar los protocolos”.
Por último, Jorge Cardona, miembro del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas de 2011 a 2019 y experto internacional en derechos humanos de niños y niñas con discapacidad, ha contextualizado el marco normativo dentro de la ONU y ha asegurado que “los diferentes tratados internacionales tienen la finalidad de marcar los derechos que deben ser protegidos con especificación en aquellas situaciones de mayor vulnerabilidad.
Por ello, se ha referido al interés superior del menor y a que, “cuando el comité de los derechos del niño evalúa este ámbito es muy claro en establecer algunos criterios”. En este sentido asegura que “jamás la discapacidad de la madre, del padre o del hijo debe ser una causa para la separación, como tampoco lo puede ser la pobreza”.
Asimismo, ha recalcado que la “obligación de los estados es proporcionar a los padres y madres los recursos necesarios para poder cumplir sus obligaciones parentales y que, “si los padres o madres tienen una discapacidad o la tienen sus hijos e hijas y necesitan de recursos, debe disponerse de estas ayudas y el Estado debe ofrecer los apoyos necesarios para que los padres y madres puedan cumplirlas”.