El pasado 11 de octubre se celebró el Día Internacional de las Niñas, aprobado por Naciones Unidas mediante Resolución 66/170, de 19 de diciembre de 2011, con el objetivo de recordar que las niñas merecen igualdad de oportunidades para un futuro mejor. El tema en el que se ha centrado la celebración de este año ha sido: “Empoderar a las niñas: antes, durante y después de las crisis”.
De acuerdo con la declaración de la ONU, “las mujeres y las niñas desplazadas y vulnerables hacen frente a mayores riesgos de sufrir violencia sexual y de género, y de ver sus medios de vida perjudicados; las niñas tienen 2,5 más probabilidades de no acudir a la escuela durante los desastres en comparación con los niños; y las niñas desplazadas a menudo se ven forzadas a casarse en un esfuerzo por garantizarse la seguridad”.
Por su parte, la Fundación CERMI Mujeres ha recordado que las niñas con discapacidad son iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección e iguales beneficios sin discriminación alguna. Ellas pueden vivir situaciones de mayor vulnerabilidad que las exponen a padecer actos violentos, motivados por su indefensión ante la severidad de una discapacidad grave, y por la interpretación que del acto abusivo contra una mujer con discapacidad tiene el propio agresor. Debe prohibirse toda discriminación por motivo de discapacidad y sexo, tomando en consideración que la confluencia de ambos factores produce un efecto exponencial en la desigualdad, por lo que será necesario garantizar su protección efectiva frente a la discriminación en todos los ámbitos de la vida.
Por ello, exige que se tenga en cuenta el artículo 7 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, para que se tomen todas las medidas necesarias para asegurar que todas las niñas con discapacidad gocen plenamente de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niñas y niños y que tengan derecho a expresar su opinión libremente sobre todas las cuestiones que les afecten.