Para ello, ha creado una comisión de trabajo ad hoc en la que se encuentran representadas a todas las organizaciones de la discapacidad para contar con su conocimiento y experticia en este ámbito. En la primera reunión de este grupo de trabajo asistieron doce entidades que trasladarán las reivindicaciones de las mujeres con discapacidad en materia de violencia, y realizarán propuestas para la elaboración del protocolo final. La redacción de este nuevo instrumento se realizará al mismo tiempo en el que se revisará el protocolo general hasta la fecha vigente.
Con esta iniciativa Aragón se convierte en la primera comunidad autónoma que da respuesta a una de las principales demandas expresadas por las mujeres con discapacidad de nuestro país, ante la invisibilidad que aún siguen sufriendo como víctimas de violencia.
La adopción del futuro protocolo irá acompañado de la adaptación de todos los recursos disponibles para las mujeres víctimas de violencia. Así, los teléfonos de atención a mujeres víctimas de violencia, el 900 504 405 en Aragón o el 016 a nivel estatal deben ser plenamente accesibles, en cumplimiento de los mandatos legales internacionales y de las prescricpiosnes de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Según datos de la última Macroencuesta sobre Violencia contra la Mujer 2015, publicada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, las mujeres con discapacidad se hallan más expuestas a este tipo de violencia, como prueba el hecho de que el 16.1% de las mujeres de 16 y más años con discapacidad acreditada igual o superior al 33% ha sufrido violencia física por parte de laguna pareja o expareja en algún momento de su vida, frente al 10% de las mujeres que no tienen discapacidad.
El 14.1% de las mujeres con discapacidad ha sufrido violencia sexual cometida por sus parejas o exparejas a diferencia de las mujeres sin discapacidad entre las que este dato desciende 7.8%. En relación a la denominada violencia de control, el 29.5 % de las mujeres con discapacidad han sido víctimas de este tipo de violencia, frente al 25.2% de las que no tienen discapacidad.
Con respecto a la violencia psicológica emocional, un 30.3.8% de las mujeres con discapacidad reconocen haber estado expuestas a este tipo de comportamientos, mientras que el porcentaje desciende al 21,5% en el caso de las mujeres sin discapacidad.