Las cuidadoras no profesionales, mayoritariamente mujeres, exigen reconocimiento y apoyo institucional

Claudia Bajo, dedicada al cuidado de su hija con discapacidad: "Renuncié a mi empleo, su bienestar se convirtió en mi prioridad".

La Plataforma Estatal de Cuidadoras No Profesionales ha decidido alzar su voz para demandar una mejora en sus derechos. Esta iniciativa surge en el contexto de las discusiones sobre la nueva Ley de Dependencia que está preparando el Gobierno. Mayoritariamente compuesta por mujeres, las cuidadoras no profesionales buscan reconocimiento y apoyo institucional, incluyendo recursos económicos, acceso a especialistas y periodos de descanso. Su movilización pretende garantizar que la nueva legislación contemple sus necesidades y les permita desempeñar su labor con dignidad y seguridad.
Claudia, junto a su hija Teresa
Claudia, junto a su hija Teresa

Claudia Bajo y su hija de 14 años, Teresa, conforman una familia monomarental. Teresa es gran dependiente y sufre encefalopatía epiléptica debido a una mutación en el gen KCNQ2. Claudia logró obtener este diagnóstico después de seis años de búsqueda en diferentes consultas, gracias a la humanidad y empatía del Dr. Ángel Carracedo, genetista forense y director de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica.

Un cambio de vida radical

Desde el nacimiento de Teresa, Claudia ha estado a cargo de sus cuidados, ya que pocos días después de recibir el alta hospitalaria, la niña comenzó a sufrir crisis epilépticas difíciles de controlar. "Fue muy duro y doloroso adaptarse a esa nueva realidad", confiesa Claudia. Tras su baja de maternidad y una excedencia laboral de un año, se trasladaron a Galicia para buscar un diagnóstico y terapias efectivas para el desarrollo psicomotor de Teresa, ya que en el Principado de Andorra, donde vivían, no había suficientes alternativas médicas ni terapéuticas.

Sacrificios y adaptación

Claudia tuvo que renunciar principalmente a su trabajo para priorizar la salud y el bienestar de su hija. Además, dejó de lado el ocio y la vida social que tenía antes del nacimiento de Teresa

 "Renuncié a tiempo para mí misma, a cuidarme y mimarme".

Momentos difíciles y retos continuos

Los momentos difíciles no han cesado para Claudia. Cada ingreso hospitalario y cada crisis de epilepsia han sido un desafío. Desde una intervención quirúrgica en octubre pasado, la recuperación ha sido larga y complicada, derivando en un deterioro gástrico que ha afectado gravemente a Teresa. Claudia describe el agotamiento de tener que luchar diariamente con algunos profesionales que cuestionaban su conocimiento sobre el estado de su hija antes de la cirugía.

Momentos de alegría y logros

A pesar de todo, Claudia también ha experimentado momentos de felicidad y plenitud.

"Cada avance, cada logro, cada sonrisa o caricia de Teresa, y ver cuánto la quieren quienes están a nuestro alrededor, me llena de alegría".

Reivindicaciones de la Plataforma Estatal de Cuidadoras No Profesionales

La Plataforma Estatal de Cuidadoras No Profesionales demanda ser escuchada y reconocida como Cuidadoras Principales en lugar de "No Profesionales". Mayoritariamente compuesta por mujeres, muchas de las cuales han dejado sus trabajos para cuidar a sus seres queridos, exigen que se reconozca la importancia de su labor.

"Recibimos comentarios como 'No quiere trabajar' o 'Podría buscar un trabajo de media jornada', pero quienes los hacen no entienden nuestra realidad".

El colectivo demanda que su labor sea considerada de riesgo, que puedan jubilarse anticipadamente y tener una vejez digna, dada la carga física y emocional que conlleva el cuidado de personas dependientes sin el apoyo necesario.

La historia de Claudia y Teresa es un claro ejemplo de las dificultades y sacrificios que enfrentan las cuidadoras no profesionales y de la necesidad urgente de reconocimiento y apoyo por parte de las autoridades.

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