El acto de inauguración corrió a cargo del secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín y de Ana Peláez, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres.
El análisis de partida fue realizado por Isabel Caballero, coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres, que puso de manifiesto la falta de estudios en relación a esta cuestión.
Asimismo, hizo alusión en su intervención, a la necesidad de introducir nuevos enfoques desde los derechos humanos, que garanticen no solamente el acceso a una educación inclusiva, sino que también permitan erradicar, de una vez por todas, el “currículum oculto”, que sigue plagando de estereotipos sobre la discapacidad y el género los conocimientos que se trasmiten a las niñas y a los niños en los colegios. Para alcanzar este objetivo, no solamente hay que tener un profesorado formado en la materia, sino que también es necesario que las instituciones responsables de educación hagan una firme apuesta en este sentido.
Por su parte, Ana Peláez, miembro del Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, realizó un análisis del derecho a la educación recogido en el artículo 24 de la Convención y recordó las numerosas dificultades encontradas durante el periodo de negociaciones para introducir el enfoque de género en el texto final del Tratado.
Además, realizó un amplio diagnóstico acerca de la conculcación sistemática de los derechos humanos de las mujeres y niñas con discapacidad en todo el mundo (derecho a la educación, derecho a la autodeterminación, derecho a acceder a un sistema de salud adecuado, derecho a ejercer de manera libre sus derechos sexuales y reproductivos, derecho a participar en la vida política, etc.). Como denuncia concreta, Peláez expuso los problemas que enfrentan las adolescentes españolas con discapacidad en el manejo de su menstruación en el contexto educativo y que, aún hoy día, sigue siendo un factor que las disuade de continuar con su formación.
Jorge Cardona, miembro del Comité de Personas Expertas de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, manifestó su preocupación por la escasez de información en torno a esta cuestión. El abordaje que desde su Comité se realiza de los derechos de la infancia ha comenzado a introducir transversalmente el género pero, señala el experto, aún queda mucho camino para conseguir que el género y la discapacidad sean indicadores presentes en todos los diagnósticos que desde las instituciones internacionales se realicen sobre los derechos de las niñas y los niños.
Rosa Garvín, Jefa de Servicio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y Julia García, de la Subdirección General de Programas del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, coincidieron en subrayar la necesidad de impulsar un modelo de educación que tenga en cuenta la diversidad presente en la sociedad y acabar con la falsa apreciación de que la igualdad ha sido plenamente conquistada en todos los espacios. Esta falacia sigue dando pie a que se reproduzcan y consoliden comportamientos machistas y que además atentan contra los derechos de las niñas y los niños con discapacidad en el ámbito educativo.
Finalmente, la mesa titulada “Guía de buenas prácticas en educación inclusiva desde un enfoque de género y discapacidad”, formada por Ana Muedra, técnica responsable de programas de UNICEF, Nadia Criado, responsable de Calidad y Evaluación de Programas Internacionales en Save the Children y Sonia González, responsable de programas locales de Plan International en España, ofreció un amplio y muy interesante análisis acerca de las iniciativas que estas organizaciones han desarrollado en países en desarrollo en materia de educación con enfoque de género y discapacidad.
En el cierre del evento, Belén Borroy Sacacia, expuso su experiencia como niña con discapacidad estudiante de 2º de la ESO en el Instituto Ítaca de Zaragoza.
Tras la lectura de las conclusiones, la Jornada fue clausurada por José Alfredo Espinosa, Jefe del Servicio de Necesidades Educativas Especiales y Cooperación Educativa del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE).