La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), comisión orgánica del Consejo Económico y Social (Ecosoc) de las Naciones Unidas, es un órgano mundial de formulación de políticas dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. La Comisión contribuye además al seguimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible a fin de acelerar la consecución de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
El Sexagésimo primer período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer desarrollado del 12 al 24 de marzo de 2017, ha supuesto una oportunidad para examinar los progresos en la consecución de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, determinar los retos, establecer estándares y normas internacionales y formular políticas para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo.
"El Sexagésimo primer período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer desarrollado del 12 al 24 de marzo de 2017, ha supuesto una oportunidad para examinar los progresos en la consecución de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, determinar los retos, establecer estándares y normas internacionales y formular políticas para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo"
Asimismo, ha sido una oportunidad importante para que responsables políticos, defensoras y defensores de los derechos de las mujeres, investigadoras, investigadores y activistas intercambien opiniones y conciban estrategias, se movilicen y planifiquen nuevas iniciativas y medidas en favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
La Comisión debatió, como tema prioritario, “El empoderamiento económico de la mujer en el cambiante mundo del trabajo”. Además, examinó el progreso en la aplicación de las conclusiones convenidas en el 580 período de sesiones (2014) respecto a los “Desafíos y logros en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para las mujeres y las niñas”. La Comisión debatió el tema de “El empoderamiento de la mujer indígena” como una nueva cuestión, tendencia, esfera prioritaria o nuevo enfoque.
Los diez días del período de sesiones incluyeron reuniones ministeriales con mesas redondas y otros diálogos interactivos de alto nivel, un debate general, y otros debates interactivos y paneles de personas expertas. Además, se organizaron múltiples actos paralelos para llamar la atención sobre aspectos cruciales para la igualdad de género.
Las conclusiones convenidas sobre el tema prioritario constituyen el principal resultado de la Comisión. Son producto de la negociación entre todos los Estados Miembros, breves y sucintas, y se ocupan de recomendaciones orientadas a la acción de medidas destinadas a subsanar las deficiencias y los problemas pendientes y a acelerar la aplicación, y que han de adoptar los gobiernos, los órganos intergubernamentales, así como mecanismos y entidades correspondientes del sistema de las Naciones Unidas.
La Comisión examinó diversos informes preparados por ONU Mujeres, uno sobre el tema prioritario y otro más sobre los progresos realizados en el tema de examen a nivel nacional. Las declaraciones presentadas por organizaciones no gubernamentales también forman parte de la documentación del período de sesiones, y entre ellas cabe destacar informes acerca de la situación de las mujeres palestinas y asistencia en su apoyo y un informe de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres sobre las actividades del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas en Apoyo de las Medidas para Eliminar la Violencia contra la Mujer.
ONU Mujeres actúa como la Secretaría sustantiva de la Comisión y, como tal, presta apoyo a todos los aspectos de la labor de ésta. Prepara además la base empírica, los análisis de políticas y las recomendaciones que sustentan las deliberaciones de la Comisión sobre los temas elegidos para cada período de sesiones, así como para los resultados negociados. Asimismo, mantiene contactos con los actores interesados, genera conciencia y trabaja para forjar alianzas y consenso en torno a los temas a examen.
Un informe del Secretario General sobre el empoderamiento económico de la mujer en el cambiante mundo del trabajo, sirvió de base sustantiva sobre la cual se estructuraron las discusiones intergubernamentales. Los múltiples diálogos ministeriales, de la sociedad civil y del sector privado trataron de redibujar el mundo del trabajo desde una perspectiva feminista que, una vez implementada, tiene el potencial de generar cambios cuantitativos y cualitativos en mentalidades, políticas y prácticas en todos los países.
Las conclusiones convenidas proporcionaron un diagnóstico de las disparidades existentes y crecientes entre mujeres y hombres en esferas clave del mundo laboral, así como sus causas fundamentales. Las principales brechas de género identificadas incluyen las relacionadas con los salarios, los ingresos, las pensiones, la seguridad social, la participación en la fuerza de trabajo, el reclutamiento, la retención, la promoción, la reinserción, el liderazgo, la segregación ocupacional, la carga del trabajo no remunerado y el acceso a recursos económicos y productivos.
"La Comisión expresó su preocupación por los bajos salarios persistentemente percibidos por las trabajadoras y las diferencias salariales entre mujeres y hombres que frecuentemente impiden a las mujeres proporcionar condiciones dignas de vida para ellas y sus familias. Como nunca antes, se proporcionaron recomendaciones de política para hacer frente a estas grandes diferencias de género en los contextos formal e informal"
La Comisión expresó su preocupación por los bajos salarios persistentemente percibidos por las trabajadoras y las diferencias salariales entre mujeres y hombres que frecuentemente impiden a las mujeres proporcionar condiciones dignas de vida para ellas y sus familias. Como nunca antes, se proporcionaron recomendaciones de política para hacer frente a estas grandes diferencias de género en los contextos formal e informal.
Además se abordaron cuestiones relacionadas con la aplicación de políticas de igualdad de remuneración mediante el diálogo social, la negociación colectiva, las evaluaciones de puestos de trabajo, las campañas de sensibilización, la transparencia salarial, las auditorías salariales de género, la certificación y la revisión de las prácticas salariales y la mayor disponibilidad de datos y análisis sobre la diferencia salarial entre mujeres y hombres.
La Comisión expresó su preocupación por la situación que enfrentan las mujeres empleadas en la economía informal y en trabajos menos cualificados, al hallarse más expuestas al abuso y la explotación y a dificultades añadidas para realizar una transición a la economía formal y acceder en igualdad de oportunidades al trabajo decente, a un empleo pleno y productivo, así como a los sistemas de protección social.
"La Comisión expresó su preocupación por la situación que enfrentan las mujeres empleadas en la economía informal y en trabajos menos cualificados, al hallarse más expuestas al abuso y la explotación y a dificultades añadidas para realizar una transición a la economía formal y acceder en igualdad de oportunidades al trabajo decente, a un empleo pleno y productivo, así como a los sistemas de protección social"
En consecuencia, la Comisión pidió que se abordaran las causas profundas de la segregación en la vida laboral, a saber, las barreras estructurales, los estereotipos de género y las normas sociales negativas, la promoción de la igualdad de acceso y participación de las mujeres en los mercados laborales.
Destacó que las barreras a estas oportunidades se agravan por múltiples e intersectantes formas de discriminación en las esferas privada y pública, y prestó atención a la situación de las mujeres con discapacidad. La eliminación de las barreras estructurales y los estereotipos que enfrentan las mujeres jóvenes en la transición de la escuela al trabajo, facilitando el acceso a la formación técnica y profesional, al desarrollo del espíritu empresarial, a la adaptación al empleo y la orientación profesional.
Las estrategias para garantizar el adelanto de la mujer en el mercado de trabajo y abordar los retos que enfrentan las mujeres que regresan de las interrupciones de la carrera relacionadas con la atención y las mujeres de más edad. También se mencionó especialmente el desarrollo de medidas para promover la reinserción de las víctimas y sobrevivientes de la violencia en el mercado de trabajo.
"Asimismo, la Comisión puso de relieve las barreras a la igualdad de oportunidades se agravan por múltiples e intersectantes formas de discriminación en las esferas privada y pública y prestó atención a la situación de las mujeres con discapacidad"
Las conclusiones convenidas dieron orientaciones sobre cómo reconocer, valorar, reducir y redistribuir la desproporción de mujeres y niñas de la atención no remunerada y el trabajo doméstico, igualmente, el aprovisionamiento de la infraestructura y los servicios de atención relacionados. Además, se destacó el trabajo doméstico mal remunerado en lo que se refiere al cuidado de los niños y niñas, las personas mayores, personas con discapacidad y las personas que viven con SIDA.
Otro punto importante del progreso normativo de las conclusiones convenidas es el nexo entre el empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo y su derecho fundamental a no ser víctimas de la violencia. La violencia contra las mujeres en todas sus formas ha sido condenada en los espacios públicos y privados, el acoso, el acoso sexual en el mundo del trabajo, la violencia doméstica, el feminicidio y las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y prematuro y la mutilación genital femenina.
Éstos fueron reconocidos como los principales impedimentos para el empoderamiento económico de las mujeres y para el desarrollo socioeconómico que obstaculizan la capacidad de las mujeres para ingresar, avanzar y permanecer en el mercado de trabajo y hacer contribuciones proporcionadas a sus capacidades. También se destacó el aspecto positivo de que la autonomía económica de las mujeres puede ampliar sus opciones para dejar las relaciones abusivas.
"Otro punto importante del progreso normativo de las conclusiones convenidas es el nexo entre el empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo y su derecho fundamental a no ser víctimas de la violencia. La violencia contra las mujeres en todas sus formas ha sido condenada en los espacios públicos y privados, el acoso, el acoso sexual en el mundo del trabajo, la violencia doméstica, el feminicidio y las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y prematuro y la mutilación genital femenina"
Si bien la Comisión reconoció la contribución de los diferentes grupos de mujeres al desarrollo sostenible, sus comunidades y sus familias, era fundamental que volviera a subrayar las múltiples formas de discriminación a las que están sometidas las mujeres y las barreras de actitud que obstaculizan el acceso de las mujeres y la participación en el lugar de trabajo en igualdad de condiciones con los hombres.
Las conclusiones acordadas adoptan un enfoque notablemente holístico para que las mujeres y las niñas disfruten de los más altos niveles de salud física y mental y tengan capacidad para participar activamente en la vida privada y pública, como elemento crucial para su empoderamiento económico y su pleno e igual liderazgo en la economía y el mundo del trabajo.
En las conclusiones se ha solicitado a los Estados que mejoren el acceso a los sistemas sanitarios oportunos, asequibles y de calidad para las mujeres y las niñas mediante estrategias nacionales, políticas y programas de salud pública que sean sensibles, integrales y específicos. Esto incluye el énfasis en las mujeres empleadas en los sectores de salud y sector social.
La ganancia esencial de este año es la afirmación de la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos como una contribución al cumplimiento de los derechos económicos, independencia y empoderamiento de las mujeres.
La Comisión subrayó la necesidad de promulgar leyes y emprender reformas para lograr la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres y, en su caso, de las niñas y los niños, con el fin de garantizar el pleno acceso a los recursos económicos y productivos, incluido el acceso a la propiedad, derechos de herencia, recursos naturales, nuevas tecnologías apropiadas y servicios financieros, incluyendo el acceso al crédito, a la banca y a las microfinanzas.
La Comisión hizo también un llamamiento firme para que se promulguen, fortalezcan y/o apliquen leyes y marcos regulatorios que garanticen la igualdad y prohíban la discriminación contra las mujeres, particularmente en el mundo del trabajo, incluso en relación con el ejercicio de sus derechos económicos, a la educación y a la formación, respetando el principio de igualdad de retribución por un trabajo igual o de igual valor en los sectores público y privado y el acceso a los recursos económicos y productivos.