En este contexto, surgió hace pocas semanas la Plataforma Estatal de Cuidadoras Principales, un grupo de madres de personas dependientes que observaron que estas reformas se enfocaban más en los dependientes adultos y olvidaban a niños, jóvenes y, especialmente, a sus cuidadores. "Surgió espontáneamente de la mano de un grupo de mamás de la Asociación Mamás de sin límites que decidieron crearla y difundirla por diferentes grupos de WhatsApp. Así nos fuimos sumando. "Yo fui una de las primeras porque estoy en la Asociación dependencia de Castilla y León. Empezamos siendo 20 y ya somos más de 700", relató Yolanda de la Viuda, portavoz de la Plataforma.
Tras la presentación de la Estrategia y el anuncio del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 de abrir a consulta pública el anteproyecto para la reforma de las leyes de Discapacidad y Dependencia, la Plataforma decidió presentar sus propias alegaciones. Sin embargo, temieron no ser escuchadas, ya que, según afirman, este cambio de modelo de cuidados no las contemplaba ni reconocía. "Queremos que se cuente con nosotras y se tomen en cuenta nuestras alegaciones para la Estrategia y para la reforma de estas leyes. El Ministerio debe ver todas las realidades", señalaron.
Actualmente, mencionan que ni siquiera son nombradas; se refieren a ellas como "cuidadores no profesionales", lo que consideran injusto, ya que han recibido formación continua en el cuidado de sus hijos, especializándose con el tiempo en manejar maquinaria, sondas gástricas, entre otros. Yolanda de la Viuda aseguró:
"Nadie tiene más formación que nosotras como madres para que nuestros hijos puedan seguir viviendo".
La Plataforma busca reconocimiento, especialmente en la Ley de Dependencia, que actualmente no contempla las necesidades de madres de personas muy dependientes que han dejado todo para cuidar a sus hijos. Estos cuidados son de por vida, no solo una etapa, y frecuentemente se deben a enfermedades raras y degenerativas que requieren atención constante.
Entre sus demandas, buscan ser reconocidas como trabajadoras de pleno derecho, con acceso a bajas, paro y cotizaciones, y que la prestación por cuidados en el hogar no sea incompatible con otras prestaciones. "Muchas madres de 50 o 60 años se ven obligadas a decidir llevar a su hijo a un centro de día y pierden la prestación y la cotización. No entienden que siguen teniendo consultas médicas y cuidados domiciliarios", expresaron.
Asimismo, piden medidas como prejubilaciones, reciclaje profesional o la posibilidad de cobrar la jubilación a partir de los 52 años para aquellas que ya son mayores, y que se contemple su situación en caso de fallecimiento de la persona cuidada.
"Nos dejan solas y sin nada al día siguiente. Queremos derechos, no limosnas", enfatizaron.
Las cuidadoras principales desean que se les permita elegir y ser escuchadas sin perder derechos, enfatizando que cada realidad dentro de la dependencia y discapacidad es diferente. Piden libertad para decidir ser cuidadoras y que aquellas que quieran incorporarse al mercado laboral sean apoyadas. "No nos quejamos de cuidar a nuestros hijos, pero queremos que se nos incluya en el nuevo sistema de cuidados y se nos otorguen los derechos que hasta ahora se nos han negado", concluyeron.
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