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Las mujeres con discapacidad reclaman que se garantice asistencia personal a todas las víctimas como establece el pacto de estado


La nueva presidenta de la Fundación CERMI Mujeres (FCM) y Secretaria general de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), Marta Valencia, reclamó “el cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género” en lo relativo a la asistencia personal especializada para las mujeres con discapacidad, durante un encuentro organizado por la agencia de noticias Servimedia.
Marta Valencia, nueva presidenta de la Fundación CERMI Mujeres
Marta Valencia, nueva presidenta de la Fundaci�n CERMI Mujeres

Marta Valencia, nueva presidenta de la Fundación CERMI MujeresBajo el título 'Asistencia Personal, una herramienta para la prevención y empoderamiento de las mujeres con discapacidad', el encuentro buscaba reflexionar sobre las ventajas de esta prestación con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer.

 

Valencia, que es también la máxima responsable de la Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad (CEMUDIS), apuntó que el Pacto de Estado de 2018 ya preveía la participación de esta figura especializada para facilitar el acceso al sistema judicial y a los servicios sociales y de protección a las mujeres con discapacidad. Aunque todavía está pendiente de desarrollo, lamentó, al igual que la prestación del asistente personal prevista en la Ley de la Dependencia.

 

En su intervención, Valencia se refirió a la macroencuesta sobre violencia contra las mujeres de 2019, donde se revela que casi el 80% de las mujeres con discapacidad han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Además, alertó de que el confinamiento causado por la crisis sanitaria del Covid-19 seguramente "ha supuesto un incremento de esta violencia" y, al mismo tiempo, un descenso de las denuncias.

 

"Estamos en una situación de confinamiento que en el caso de las personas con discapacidad se ha mantenido y que puede hacer que muchas víctimas se pregunten sobre dónde ir si denuncian a su agresor", indicó. Otro de los aspectos a tener en cuenta tiene que ver con "la mayor brecha digital que sufren las mujeres con discapacidad", que de nuevo se ve agravada en la situación actual de pandemia.

 

INDEPENDENCIA Y PODER

 

Por su parte, el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, destacó la importancia de la figura del asistente personal en la consecución de una vida independiente para las personas con discapacidad y lamentó el retraso en el desarrollo e implantación de esta figura a nivel estatal.

 

"Catorce años después de la aprobación de la Ley de la Dependencia, donde se recoge este derecho, hay todavía muchas comunidades que ni siquiera la han desarrollado. Otras siguen con proyectos piloto", criticó.

 

En esta línea, explicó que disponer de un asistente personal puede resultar determinante a la hora de conseguir que una mujer con discapacidad salga del círculo de la violencia de género y denuncie a su maltratador, idea en la que también insistió el director general de Políticas de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales, Jesús Celada. “Las mujeres con discapcidad sufren una doble discriminación” y tienen más dificultades de acceso al empleo, a la formación y a la participación social.

 

En su opinión, la asistencia personal contribuirá a "reducir la discriminación que sufren en estos ámbitos" y a promover su independencia. Por eso, "desde esta dirección general apostamos firmemente por su desarrollo y extensión".

 

En el acto participó también Ana Gameiro, una mujer con discapacidad usuaria de asistente personal desde hace 12 años. Gameiro explicó que disponer de este apoyo le posibilitó desarrollar su propio proyecto de vida en el ámbito familiar, laboral y académico. "Te permite llevar la vida que tú quieres llevar", sostuvo.

 

"Son tus brazos y tus piernas para hacer aquello que para ti sería imposible". Por eso, consideró que esta prestación "empodera" a las personas usuarias" y se mostró convencida de que ayudará a las víctimas de violencia de género que tengan discapacidad.

 

"Lo primero, porque un asistente personal puede actuar cuando vea algo raro. Depende mucho de su personalidad, pero lo normal es que aconseje a la persona sobre qué hacer y dónde acudir". Además, disponer de un asistente personal permite autonomía e independencia para moverse libremente, prosiguió, por lo que la mujer con discapacidad se puede sentir más libre de acudir a una comisaría a presentar una denuncia o para buscar otro alojamiento.

 

Helena Antelo, directora gerente de COCEMFE, y Mónica Álvarez, vicepresidenta de CEMUDIS, expresaron la misma opinión. Álvarez recalcó que el 80% de las mujeres con discapacidad han sufrido algún tipo de violencia, ya sea de género, sexual, física, psicológica, institucional o cultural. 

“Sin duda su mayor discriminación” les expone más a estos riesgos, por lo que contar con un asistente personal contribuirá a reducirla.

 

Por su parte, Antelo recalcó que fomentar "el empoderamiento y la independencia" ayudan a prevenir la violencia de género y a ponerle fin.