El IGEC está compuesto por una diversidad de mujeres con discapacidad, que abogan por los derechos y la justicia en la intersección de género y discapacidad. Por ello, elaboraron este protocolo, con el objetivo de garantizar una visión amplia sobre la accesibilidad desde una perspectiva feminista. Para la elaboración de este, contaron con la colaboración de 109 mujeres, personas trans, intersexuales y no binarias con discapacidad, así como de 24 Estados, agencias de Naciones Unidas y organizaciones feministas internacionales, que contestaron la encuesta y participaron en las diferentes entrevistas y grupos de discusión.
Se elaboró este protocolo en base a los grandes tratados y normas internacionales de derechos humanos, cuya redacción supuso un cambio de paradigma en la forma de ver y tratar a las personas con discapacidad: de una visión médica, rehabilitadora y capacitista a un modelo basado en los derechos humanos. Es con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), redactada en 2006 por Naciones Unidas, cuando comenzó a cambiar esta realidad. Este tratado de derechos humanos fundamentales asegura el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad. La CDPD afirma que las personas con discapacidad son sujetos de derechos, no son solo usuarias de servicios, y que son principalmente las barreras para la inclusión lo que se debe superar. Para superar estos límites impuestos, es necesario asegurar el derecho a la accesibilidad. Es decir “el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales”.
No obstante, hay que tener en cuenta que las mujeres y niñas con discapacidad enfrentan barreras específicas y desproporcionadas para la plena realización de sus derechos en comparación a los hombres con discapacidad. Las mujeres, niñas y personas trans, intersexuales y no binarias con discapacidad han sido históricamente excluidas de los movimientos políticos y sociales, como el movimiento feminista, debido, en parte, a la falta de accesibilidad. Por ello, con este nuevo ‘Protocolo de Accesibilidad Feminista’, elaborado por el IGEC, se quiere conseguir un liderazgo de feministas con discapacidad en el movimiento feminista, garantizando su accesibilidad a todos los eventos.
Este documento cuenta con una primera parte donde se detalla el objetivo del protocolo, dividido en 13 medidas de accesibilidad relacionadas con aspectos particulares de la accesibilidad (presupuestos, comunicación, lenguaje…) de los eventos. A raíz de las entrevistas con las 109 mujeres, se recalcan sus problemas de accesibilidad a los eventos feministas por barreras económicas, físicas, cognitivas, arquitectónicas, comunicativas, etc. Por ello, se propone una guía de buenas prácticas para eventos y reuniones feministas, ya sea organizados de manera presencial o en línea.
La lucha por la igualdad de género ha ido ganándose un lugar en la agenda pública y progresando activamente en forma de políticas y planes de igualdad. Sin embargo, en muchas ocasiones, se ha dejado atrás a las feministas con discapacidad, en parte, por no garantizar la accesibilidad y ajustes razonables a los espacios de debate y reflexión donde sus testimonios son fundamentales. Es necesario garantizar la accesibilidad en estos espacios y dar voz a las que nunca la tuvieron.
Para acceder al ‘Protocolo feminista de Accesibilidad’ en castellano u otros idiomas e informarte en profundidad de lo mencionado, puedes acceder en el siguiente enlace de Women Enabled International: https://womenenabled.org/reports/the-feminist-accessibility-protocol/
