LIBRES DE ARMARIOS QUE NOS APARTAN Y NOS ESCONDEN DE LA VIDA EN COMÚN
LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD REIVINDICAMOS NUESTRO ORGULLO DE SER
POR UNA COMUNIDAD LGTBI DISCAPACIDAD VISIBLE Y EMPODERADA
Manifiesto del CERMI por el orgullo LGTBI 2019
El movimiento social de las personas con discapacidad y sus familias, encarnado en el CERMI y en la Fundación CERMI Mujeres alza su voz para reivindicar, junto a las organizaciones amigas de la diversidad sexual, una sociedad en la que estemos todas las personas JUNTAS, participando JUNTAS y progresando JUNTAS. Una sociedad que no señale, no aparte y no discrimine a NADIE.
La orientación, identidad y expresión sexuales están presentes en nuestras vidas, porque las personas con discapacidad también amamos, tenemos deseos y queremos participar de la vida afectiva y sexual en libertad, sin vetos basados en estereotipos discriminatorios.
Nos negamos a que un diagnóstico colonice nuestra existencia ocultando a la propia persona: con dignidad y derechos. Porque tenemos que ayudarnos a salir de esos armarios que la sociedad nos impuso y que nos apartan de la vida en común. Espacios ocultos que nos condenan a una minoría de edad perpetúa en el acceso esferas clave para nuestro desarrollo individual y grupal como son los afectos y las sexualidades.
El CERMI tiene suscrita una alianza con la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (Felgtb) para hacer visible la realidad de las personas con discapacidad LGTBI, una comunidad discreta y aislada sin apenas ventanas de expresión, para conjuntamente proteger y promover nuestros derechos porque desafortunadamente nos unen la discriminación, la exclusión y los delitos de odio; porque nuestros movimientos sociales están llamados a entenderse y a quererse, porque como parte de la población que somos, también entre nosotros y nosotras coexiste la realidad LGTBI. Porque desde un enfoque interseccional los distintos ejes de presión confluyen sobre una misma persona generando situaciones de discriminación que permanecen inadvertidos.
La unidad de acción entre nuestros movimientos cívicos será, está siendo beligerante, contra cualquier atentado a nuestra la libertad sexual o que comprometa el ejercicio de los derechos conquistados.
La educación inclusiva es la mejor aliada en la atención y la promoción de la diversidad. En este sentido, se hace imprescindible que todo el alumnado, incluidas las niñas y niños con discapacidad, puedan recibir educación en los mismos espacios que el resto de los miembros de la familia humana de esta manera erigiremos los afectos de una convivencia saludable y promoveremos el respeto y aprendizaje mutuo.
Condenamos las prácticas como la esterilización forzosa, que se aplica fundamentalmente a mujeres y niñas con discapacidad, incapacitadas judicialmente. Una práctica admitida en el ordenamiento jurídico español en la que el machismo y el estigma hacia la discapacidad conviven de forma perversa y que se traduce en una invasión al cuerpo y a la autonomía de las mujeres y niñas vulnerando sus derechos sexuales y reproductivos y quebrando su integridad personal.
Queremos tener la posibilidad de formar familias y que no se juzgue nuestra aptitud para contraer matrimonio, para concebir, amar y criar a nuestras hijas e hijos.
Exigimos una sanidad inclusiva en los que se asegure nuestro consentimiento libre e informado para poder acceder a los servicios de salud pública vinculados a la reasignación de sexo. Asimismo, reclamamos medidas de accesibilidad universal en los programas y campañas de salud sexual.
Denunciaremos, con las herramientas que nos proporciona el Estado de Derecho, cualquier violencia, agresión o vejación.
La IGUALDAD no se entiende sin la acción comprometida de los movimientos sociales. Porque nuestro cometido consiste en cambiar desde la raíz, a veces en sus efectos más obscenos, un estado de cosas enquistado ante el que, por justicia, decencia y dignidad, nadie puede resignarse a condescender.
Nos unimos para sostener la bandera de los derechos humanos y para cristalizar una igualdad que debe ser transformadora del cambio sociocultural, esa igualdad que cuestiona la visión hegemónica en la que persiste el tratamiento diferenciado por motivos de discapacidad, de orientación o identidad sexuales, género, raza, etc., y que contribuirá a erradicar las formas sistémicas y más ocultas de discriminación. Solo de esta manera dejaremos de ser seres periféricos y seremos solamente PERSONAS, libres para AMAR, libres para SER y en plenitud para CONTRIBUIR.