Los datos subrayan la necesidad y urgencia de continuar combatiendo esta violencia, que sigue afectando a miles de mujeres y sus hijos de manera progresiva y diaria. Desde 2015, la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, reconoce también como víctimas directas a los hijos de mujeres víctimas de violencia de género, así como a los menores de edad bajo su tutela, guarda y custodia.
El último informe del INE revela que en 2023 un total de 36.582 mujeres sufrieron violencia de género, lo que representa un aumento del 12,1% respecto a 2022. Del total de víctimas, el 47,8% tenía entre 30 y 44 años. Melilla fue la ciudad autónoma con el porcentaje más alto, con una media de 1,7 por cada mil mujeres y un 5,8% en la ciudad. Le siguieron La Rioja (3,2), Ceuta (2,8), Cantabria (2,7), Baleares (2,6), Región de Murcia (2,6), Canarias (2,5), Extremadura (2,3), Comunidad Valenciana (2,2), Andalucía (2,2), Castilla-La Mancha (2,1), Aragón (1,8) y Castilla y León (1,8).
Las denuncias también aumentaron en 2023. Se presentaron diariamente un promedio de 546 denuncias, superando la media diaria de 499 registradas en 2022.
En 2015 se incluyó a los hijos de mujeres víctimas de violencia de género como víctimas directas. Sin embargo, no fue hasta 2022 cuando estos menores comenzaron a aparecer en las estadísticas. Los datos del INE muestran que en 2023 se registraron 1.816 menores de edad como víctimas de violencia de género, un aumento del 32% respecto a 2022.
Además, desde 2013, según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, 60 menores han sido asesinados por sus padres o por parejas o ex parejas de sus madres, un fenómeno conocido como violencia vicaria. En lo que va de 2023, el Ministerio de Igualdad ha confirmado siete casos de violencia vicaria, la cifra más alta para esta época del año desde que se empezó a registrar en 2003.