Sin embargo, el Comité solo tiene un mujer entre sus integrantes, lo que puede suponer un importante paso atrás en los avances que se han alcanzado en los últimos años en relación al abordaje de las situaciones de discriminación múltiple e interseccional que afectan a las mujeres y niñas con discapacidad. No quiere esto decir que los hombres presentes en el Comité no puedan realizar esta importante labor, pero no es comprensible que una instancia tan fundamental como un Comité de tratados carezca del tan necesario equilibrio de género, que es exigido además por el propio texto normativo.