«Las sociedades somos mejores cuando incorporamos la diversidad como parte de la condición humana»
¿Cómo podemos conocer la trayectoria profesional y personal de Natalia Guala, para convertirse en una mujer referente, que ha llegado a ser elegida como experta del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas ?
Soy originaria de Uruguay y estudié relaciones internacionales y ciencias de la comunicación. Al terminar mis estudios, me incorporé a un proyecto del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, donde me formé en derechos humanos y trabajé en la elaboración de los reportes del país, en este caso de Uruguay, a los órganos de tratados vigentes. Todavía la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad no había sido adoptada, pero en esa experiencia me tocó trabajar con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, también con el Parlamento y con otros ámbitos de la administración pública para elaborar los informes que el país debía realizar a otros órganos de tratados como el Comité de Derechos de la Infancia o el Comité para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres. Esa experiencia marcó bastante mi carrera profesional porque el proceso de trabajo y acompañamiento a la administración pública, junto con la sociedad civil, fue muy enriquecedor. Además, participaba en el movimiento de personas ciegas en Uruguay y en la Unión Latinoamericana de Ciegos, lo que también influyó en mi trayectoria profesional.
Tengo una discapacidad visual grave de nacimiento y tuve la suerte de que mi familia fomentara mi autonomía desde muy pequeña. Asistí a escuelas regulares, lo que fue muy importante para mi desarrollo. Sin embargo, enfrenté muchas barreras de accesibilidad y actitudinales por parte de docentes y el entorno educativo. Con el apoyo de mi familia y mucha perseverancia, logré superar estas dificultades, lo que ha sido fundamental para mi desarrollo profesional y personal.
Recuerdo que la creatividad para sortear estas barreras y el apoyo constante de mi familia fueron esenciales. Además, el hecho de compartir mi proceso educativo con estudiantes sin discapacidad ayudó a naturalizar mi presencia y a derribar preconceptos y expectativas limitantes sobre lo que una niña con discapacidad visual podía lograr.
«Asistí a escuelas regulares, lo que fue muy importante para mi desarrollo»
Al terminar mis estudios, me incorporé a un proyecto del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, donde me formé en derechos humanos y trabajé en la elaboración de los reportes del país a los órganos de tratados vigentes. Esta experiencia, junto con mi participación en el movimiento de personas ciegas en Uruguay y en la Unión Latinoamericana de Ciegos, marcó mi carrera profesional y me llevó a enfocarme en los derechos de las personas con discapacidad.
Imagen de Guala, experta del Comité de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas
De su experiencia en la ONCE y la Unión Latinoamericana de Ciegos, ¿qué acciones ha desplegado y que le aportará ese bagaje en el Comité de la ONU?
Dirigir la Unión Latinoamericana de Ciegos durante 8 años me permitió conocer la realidad de los países de América Latina y trabajar en la implantación de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta experiencia me dio una perspectiva regional que luego trasladé al Grupo Social ONCE, trabajando con América Latina, la Unión Europea y agencias de Naciones Unidas en otras regiones. Este acervo de experiencias es muy vocacional para mí y creo que influirá de modo positivo en mi rol en el Comité de la ONU, donde espero aportar desde mi experiencia.
Ahora como parte del Comité de Naciones Unidas, ¿cuáles serán sus principales objetivos y prioridades?
Es importante trabajar con otros órganos de tratados para que la agenda de la discapacidad sea una agenda de derechos humanos a escala global. También necesitamos profundizar en la incorporación de la agenda de la discapacidad en los otros Comités. Además, es fundamental trabajar en la agenda post-2030 para transversalizar la perspectiva de discapacidad en la próxima agenda de desarrollo global. Otro objetivo es reducir el tiempo de reporte del Comité, ya que es necesario trasladar las recomendaciones para avanzar en la implementación de la Convención.
¿Podría destacar algunos proyectos y colaboraciones que ha impulsado desde el Grupo Social ONCE?
El programa Iberoamericano de Discapacidad es una de las experiencias más significativas en las que he participado. Este programa pone énfasis en políticas públicas basadas en la implantación de la Convención, con presupuesto y participación de organizaciones regionales de personas con discapacidad. Es un programa intersectorial que trabaja con diferentes ámbitos de la administración pública y tiene resultados concretos, como la tarjeta iberoamericana de discapacidad. Esta experiencia es muy positiva y me gustaría trasladarla al trabajo en el Comité. Además, el programa es una experiencia pionera en el campo de la cooperación y de las políticas públicas dirigidas a la inclusión de personas con discapacidad, trabajando con múltiples actores, desde el sector privado hasta agencias de Naciones Unidas y bancos de desarrollo
«A pesar de las barreras y desafíos que enfrentamos, la discapacidad está en la agenda a nivel nacional e internacional»
¿Cómo imagina el futuro de la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad global?
A pesar de las barreras y desafíos que enfrentamos, la discapacidad está en la agenda nacional e internacional. En 16 años, 190 países se han comprometido con los derechos de las personas con discapacidad. Aunque el camino todavía es largo, creo que es posible avanzar hacia una sociedad inclusiva y justa donde podamos participar en igualdad de condiciones. Lo importante es que es posible y tenemos que luchar por ello.
Y lo más importante es que estamos avanzando. A veces nos parece que puede estar muy lejano, que puede ser muy difícil, pero creo que a pesar de las barreras que encontramos todavía a diario y los desafíos que existen, debemos seguir trabajando para derribar barreras y cambiar, sobre todo, la percepción hacia las personas con discapacidad. Los prejuicios y los preconceptos que existen sobre lo que podemos o no podemos hacer son retos a superar.
Creo que es muy positivo pensar que hace 20 años ni siquiera había Convención, y hace 16 años esta Convención entró en vigor. Hoy por hoy, la discapacidad está en la agenda en el nivel nacional e internacional. En 16 años, 190 países se han comprometido con los derechos de las personas con discapacidad, y aunque el trecho es todavía muy largo y existen muchas barreras, progresamos.
Estamos avanzando y creo que es posible. Eso es fundamental, no estamos hablando de utopías, estamos hablando de derechos y del ejercicio de esos derechos, de la participación en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad, desde el respeto, y la riqueza que nos aporta la diversidad. Creo que las sociedades somos mejores cuando incorporamos la diversidad como parte de la condición humana. Me imagino un mundo, una sociedad global inclusiva y justa en la que podamos participar en igualdad de condiciones con el resto de la sociedad. Esto es positivo no solo para las personas con discapacidad, sino para toda la sociedad. Lo fundamental es que es posible
«Debemos ser perseverantes y luchar por nuestros derechos. Es fundamental trabajar de la mano de otros, en grupo, para tener un mayor impacto»
Es importante luchar por aquello en lo que creemos y consideramos justo. Soy mujer, con discapacidad y migrante, y siempre hay mayor riesgo de exclusión y discriminación. Debemos ser perseverantes y luchar por nuestros derechos. Es fundamental trabajar de la mano de otros, en grupo, para tener un mayor impacto. Incorporarnos a luchas más amplias nos hace más fuertes y nos enriquece. Necesitamos implicar a toda la sociedad para avanzar de manera decidida y con impacto real.