Cuando ser madre se pone difícil

La maternidad atravesada por la discapacidad sigue siendo un derecho pendiente, un terreno plagado de estigmas, institucionalizaciones, cuidados invisibles y luchas cotidianas por ser y ejercer. Esta fue la denuncia coral que permeó la VIII Conferencia Sectorial de la FCM, celebrada en la sede del Ministerio de Igualdad este pasado viernes 30 de mayo, donde voces expertas, institucionales y en primera persona reclamaron una política pública feminista, estructural y con enfoque de derechos que proteja a las mujeres con discapacidad que desean ser madres y a las madres de hijos e hijas con discapacidad.
Imagen de la mesa de apertura de la VIII Conferencia Sectorial del 30 de mayo
Imagen de la mesa de apertura de la VIII Conferencia Sectorial del 30 de mayo

«La maternidad, cuando hay discapacidad, se convierte en un campo de batalla: por el derecho a ser madre, por el derecho a criar, por el derecho a no ser institucionalizadas ni nosotras ni nuestras hijas e hijos ». Con estas palabras cargadas de fuerza simbólica y política, Ana Peláez Narváez, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres (FCM), abrió una jornada que, desde el primer minuto, dejó claro que no se trataba solo de un encuentro institucional más, sino de blandir un programa de cambio.

La VIII Conferencia Sectorial de la FCM se produjo el viernes 30 de mayo de 2025 en la sede del Ministerio de Igualdad, y alumbró una verdad incómoda pero apremiante, a saber, ser madre y tener una discapacidad, o ser madre de un hijo o hija con discapacidad, sigue sin estar garantizado como un derecho real en nuestro país.

 

 

La maternidad atravesada por la discapacidad sigue siendo un derecho pendiente, un terreno plagado de estigmas, institucionalizaciones, cuidados invisibles y luchas cotidianas por ser y ejercer. Esta fue la denuncia coral que permeó la VIII Conferencia Sectorial de la FCM, celebrada en la sede del Ministerio de Igualdad este pasado viernes 30 de mayo, donde voces expertas, institucionales y en primera persona reclamaron una política pública feminista, estructural y con enfoque de derechos que proteja a las mujeres con discapacidad que desean ser madres y a las madres de hijos e hijas con discapacidad.

«La maternidad, cuando hay discapacidad, se convierte en un campo de batalla: por el derecho a ser madre, por el derecho a criar, por el derecho a no ser institucionalizadas ni nosotras ni nuestras hijas e hijos ». Con estas palabras cargadas de fuerza simbólica y política, Ana Peláez Narváez, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres (FCM), abrió una jornada que, desde el primer minuto, dejó claro que no se trataba solo de un encuentro institucional más, sino de blandir un programa de cambio.

La VIII Conferencia Sectorial de la FCM se produjo el viernes 30 de mayo de 2025 en la sede del Ministerio de Igualdad, y alumbró una verdad incómoda pero apremiante, a saber, ser madre y tener una discapacidad, o ser madre de un hijo o hija con discapacidad, sigue sin estar garantizado como un derecho real en nuestro país.

El encargado de inaugurar oficialmente la conferencia fue el secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, quien no escatimó en claridad al afirmar: “Todas las mujeres de este país tienen derecho a ser madres. Las mujeres con discapacidad tienen derecho a ser madres. Pero si no ponemos los medios, siempre será un derecho cuestionado”. Le acompañaron en la apertura Manuela Muro, vicepresidenta del CERMI Estatal y presidenta de ASPACE, quien habló desde la experiencia de vida: “Hemos dado nuestra salud, nuestro tiempo, nuestras carreras profesionales, pero con gusto. Ahora necesitamos cuidar sin dejar de vivir”; y Cristina Hernández, directora del Instituto de las Mujeres, quien recordó que “necesitar apoyos no puede ser un obstáculo para reconocer plenamente los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad”.

La emotividad del acto se manifestaba en el minuto de silencio pedido por el secretario de Estado,  en recuerdo a la niña víctima de violencia vicaria, asesinada poco antes por su padre en Bilbao, un momento intenso que marcó el tono de una jornada inspiradora y movilizadora.

"Amanecemos de nuevo con un caso de violencia vicaria que viene a crearnos una angustia de en qué sociedad nos estamos convirtiendo, no solo porque acontecen estas cosas, sino porque hay negadores del propio concepto de violencia vicaria, no solo en el ámbito social, sino en el ámbito judicial, y, por lo tanto, tenemos un serio problema que tenemos que combatir" | Rubén Pérez Correa

El primer panel, “Maternidad y discapacidad: un derecho cuestionado”, visibilizó que el estigma y la desconfianza siguen marcando la experiencia de muchas mujeres con discapacidad. Jesús Martín Blanco, director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, lo dijo con contundencia: el sistema sigue funcionando con inercias capacitistas. Desde la Fiscalía, David Mayor a través de un mensaje audiovisual,  compartió que, aunque hay avances, todavía hay resistencias para reconocer a estas mujeres como madres plenas.

Jesús Martín Blanco, director general de Derechos de las Personas con Discapacidad

Por medio de un testimonio profundamente personal, Aline Bravo, mujer autista y madre de un hijo también con autismo, emocionó a todas las personas asistentes con su relato: “Sí, me han cuestionado muchas veces como madre. Incluso en mi propia familia, que creía que no iba a poder cuidar de mi hijo”. Por su parte, Julia Gutiérrez, desde la experiencia del programa Madres Capaces de Fundación A LA PAR, insistió en que muchas madres con discapacidad logran ejercer su maternidad con éxito cuando se eliminan los prejuicios y se ofrecen los apoyos adecuados. La mesa, moderada por Mari Luz Sanz, presidenta del CERMI Navarra, dejó claro que la negación de la maternidad a las mujeres con discapacidad es una forma persistente de violencia institucional.

Aline Bravo, patrona de la Fundación CERMI Mujeres | Mujer TEA y madre de persona TEA | Impulsora de la inclusión laboral de personas con discapacidad

"Me han cuestionado muchas veces como madre... y a veces, yo también me lo he creído | Aline Bravo"

La segunda mesa, moderada por Teresa Lajarín,  “Madres sin hijos / Hijos sin madres”, abordó las formas institucionales de violencia que rompen los vínculos madre-hijo/a. Pilar Sepúlveda, abogada experta en derecho de familia, recordó que aún se limita la custodia por razón de discapacidad. Chelo Álvarez Sanchís denunció la vigencia de métodos y dispositivos desacreditados, que siguen revictimizando a las mujeres. con discapacidad y Miguel Lorente explicó cómo el falso Síndrome de Münchhausen se usa para retirar custodias a madres de niños con enfermedades raras. Ana Sastre, desde el CERMI, denunció la institucionalización sistemática de menores con discapacidad. Una mesa cruda, real y necesaria.

Mujeres participantes en una de las mesas 

El tercer panel, “La maternidad de hijos e hijas con discapacidad”, fue probablemente el de más carga emocional. Patricia Bezunartea, directora general de Familias del Gobierno de España, resaltó la necesidad de poner a las familias en el centro de las políticas. Carola López Moya, madre y psicóloga, lo dijo claro: “Lo que más necesitamos es no sentirnos solas”. Eva Pérez Bech, vicepresidenta de COCEMFE, reclamó que las organizaciones del movimiento asociativo se impliquen más directamente en apoyar a estas madres. Y Lina Doblas nos recordó, con un nudo en la garganta, que “una madre no descansa nunca. No puedes enfermar, no puedes fallar”. El panel, moderado por Patricia Sanz Cameo, vicepresidenta de la ONCE, se cerró con un clamor compartido: el cuidado también necesita cuidados. 

El broche de oro de la jornada fue la entrega del Premio Generosidad 2024 a la investigadora social Helena Pérez de la Merced, por su estudio “Maternidades en la encrucijada”, que indaga en las vivencias de mujeres con discapacidad física.  Mayte Gallego, patrona de la FCM y presidenta de ASPAYM Nacional, hizo la entrega del galardón, destacando la valentía y profundidad del trabajo premiado

Helena Pérez de la Merced, galardonada (derecha) y Mayte Gallego, presidenta de ASPAYM Nacional (izquierda)

La clausura institucional corrió a cargo de Aína Calvo, secretaria de Estado de Igualdad, quien afirmó sin ambages que “sin justicia reproductiva no hay igualdad real”. Una afirmación que resonó como epílogo perfecto para una jornada que fue, más que una conferencia, un acto de reconocimiento, de reparación y de impulso a una agenda que, como señalaba su título, sigue pendiente

En su intervención final, Pilar Villarino cerró la VIII Conferencia Sectorial con un mensaje de unidad y compromiso compartido: “Esta jornada ha servido para trazar un programa de acción compartido hacia políticas públicas feministas, inclusivas y con enfoque interseccional”  

Aína Calvo, junto a Pilar Villarino,  directora ejecutiva del CERMI Estatal y patrona secretaria de la FCM

Acceso a la grabación audiovisual accesible de la VIII CONFERENCIA SECTORIAL. Maternidad y Discapacidad: Una agenda pendiente, de la FCM: https://www.youtube.com/watch?v=qYCTiEMnMXw&t=1382s

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