Editorial

CSW 59... ¿Cuánto más hay que esperar?


Hace ya veinte años que 189 Estados adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en el marco de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en 1995. El pasado mes de marzo se celebró en la sede de Naciones Unidas en Nueva York el quincuagésimo noveno período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 59), donde se llevó a cabo un examen de los avances logrados en la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
Logo Fundación CERMI Mujeres
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Logotipo de Beijing+20Representantes de la Fundación CERMI MUJERES tuvieron la oportunidad de experimentar in situ cómo se articula la participación de las organizaciones no gubernamentales en el complejo entramado de Naciones Unidas. 

 

Una de las críticas más duras que los movimientos sociales allí presentes han realizado a la organización de las sesiones se ha centrado en las  restricciones impuestas a la participación. Estas limitaciones han pasado factura en los acuerdos adoptados, esta vez con consecuencias preocupantes. La incapacidad demostrada por los gobiernos para hablar en el lenguaje de los derechos humanos ha tenido como resultado una Declaración Política fallida, involucionista, que nos retrotrae a una época que pensábamos ya superada. 

 

Resulta desconcertante que aún haya que dejar claro que cuando hablamos de igualdad de género en realidad estamos hablando de derechos humanos. Quienes nos movemos en el ámbito de la discapacidad este desconcierto no nos resulta ajeno. La Declaración adoptada deja abierta la puerta a los Estados a pasar por alto sus obligaciones internacionalmente adquiridas, como si éstos pudiesen, a voluntad,  despojarse de los mandatos vinculantes de manera unilateral. 

 

Asimismo nos asalta una multitud de preguntas… ¿Cómo ha sido posible que se haya adoptado una Declaración sobre los derechos de las mujeres sin contar con las propias mujeres?, ¿por qué no se hace ni una sola alusión en esta Declaración a los objetivos de desarrollo sostenible?, ¿dónde ha quedado la referencia a la diversidad de las mujeres?, ¿por qué no se habla en ningún momento de nuestros derechos sexuales y reproductivos?, ¿qué ocurre con la violencia de género?, ¿por qué no se dice nada acerca de cómo nos está afectando la crisis económica internacional?... 

 

Son cuestiones tan centrales en la lucha por la defensa de los derechos humanos de las mujeres que resulta escalofriante que nos preguntemos a estas alturas por qué no aparecen recogidos en un texto de tanta trascendencia.  

 

La falta de transparencia y el limitado acceso a la información sufrido tanto por las  organizaciones feministas como por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, contraviene frontalmente las propias prescripciones de Beijing y su Plataforma, y el resultado de todo ello ha sido el silenciamiento de multitud de voces que no han podido escucharse en la CSW 59. 

La Plataforma Beijing+20 Sociedad Civil, formada por más de cien ONG feministas, de derechos humanos y de desarrollo españolas, tuvo la oportunidad de exponer directamente su preocupación sobre esta cuestión ante la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, en una reunión celebrada en la sede de la Misión Diplomática de España ante Naciones Unidas durante la celebración de las sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 59), a la que asistieron también representantes de la Fundación CERMI MUJERES. 

 

Asimismo las organizaciones de mujeres, feministas y otras de la sociedad civil de América Latina y el Caribe han mostrado públicamente su total desacuerdo con el cambio de metodología ensayada en esta reunión de Nueva York. Como bien señalan nuestras compañeras en su comunicado, los Estados miembro deben asumir ante el mundo el compromiso de acelerar el logro de toda la Plataforma de Acción Beijing, asegurando para ello la financiación que sea necesaria y garantizar los mecanismos de rendición de cuentas imprescindibles para honrar los compromisos asumidos. Las mujeres, adolescentes y niñas en su diversidad de todo el mundo los miran. No podemos esperar otros veinte años más. 

 

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