Rosario de Acuña y Villanueva es recordada como una prolífica escritora, dramaturga y defensora de los derechos de las mujeres en España. Desde joven, demostró un gran talento literario, publicando su primera obra, "Rienzi el tribuno", en 1876.
Acuña sufrió problemas de visión desde temprana edad, lo que representó un desafío significativo en su vida y carrera. Sin embargo, no permitió que esta discapacidad limitara su actividad intelectual y creativa. Su compromiso con la justicia social la llevó a ser una de las primeras feministas en España, abordando temas como la educación femenina y la igualdad de derechos en sus escritos.
Su obra "El padre Juan" (1887) criticó duramente la hipocresía de la sociedad y la iglesia, desafiando las normas establecidas y enfrentando la censura. Debido a sus ideas progresistas, enfrentó el exilio y se estableció en Asturias, donde continuó escribiendo hasta su muerte el 5 de mayo de 1923. Entre sus obras más destacadas se encuentran "Rienzi el tribuno", "El padre Juan" y "La voz de la patria" (1900).
El legado de Rosario de Acuña es inmenso, demostrando que las limitaciones físicas no definen la capacidad de una persona para lograr grandes cosas. Su vida y trabajo continúan inspirando a generaciones de feministas y activistas por los derechos humanos.
¡Igualdad!
¡Igualdad! ¡Casta virgen que aparece
revestida de mágicos fulgores,
y que ofrece a los hombres sus amores
mientras el alma en la ilusión se mece!
su vaga forma ante la vista crece,
les invita a luchar por sus favores,
y apenas se proclaman vencedores,
cuando al irla a tocar, desaparece
¡De Libertad y de Justicia hermana,
su imperio tiene en la mansión divina
y allí la encuentra la razón humana
cuando al destino de su fin camina,
que en este mundo de flaqueza vana
no se la ve jamás, se la adivina!
Rosario Acuña.