Entrevista

“Las mujeres podemos hacer todo lo que queramos siempre que nos apoyemos entre nosotras”


Katherine Muñoz, es la actual presidenta de la Unión Nacional de Instituciones de Personas Ciegas de Chile. Se trata de una organización que aglutina a diez entidades representativas de personas ciegas y con baja visión de ese país sudamericano. Aprovechando su presencia en Ginebra, durante el proceso de revisión que el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad, Muñoz habló de cuál es la situación de las mujeres y niñas con discapacidad en ese país sudamericano y cuáles son los desafíos que han de enfrentar para conseguir la plena igualdad.
Katherine Muñoz, presidenta de la Unión Nacional de Instituciones de Personas Ciegas de Chile
Katherine Mu�oz, presidenta de la Uni�n Nacional de Instituciones de Personas Ciegas de Chile

Katherine Muñoz, presidenta de la Unión Nacional de Instituciones de Personas Ciegas de ChileEres la primera mujer que ejerce la presidencia de una organización como la Unión Nacional de Instituciones de Personas Ciegas en Chile ¿Cómo llegaste hasta aquí?

 

Fue una conquista alcanzada tras muchas luchas, porque las desigualdades entre mujeres y hombres no son menores, pero sin  embargo con perseverancia y constancia, y también con la comprensión de que las mujeres necesitamos estos espacios, se dio esta gran posibilidad. 

 

Tenemos que tener en cuenta que en Chile no existe ninguna organización específica de mujeres ciegas o con baja visión. Sobre esta cuestión, manejamos dos posibilidades, una es la de incorporar una línea de trabajo específica en el marco de la propia Unión Nacional de Instituciones de Personas Ciegas que permita abordar el tema de género. Otra posibilidad que ha sido analizada y debatida en muchas ocasiones con otras mujeres con discapacidad, es crear una entidad netamente de mujeres. La línea de futuro está siendo estudiada ahora por los grupos de mujeres con discapacidad chilenos, ya que hay bastante heterogeneidad en el planteamiento. Algunas apuestan por crear un movimiento  independiente. El punto actual es el del debate respecto a estas dos vías de trabajo.

"En Chile manejamos dos posibilidades, una es la de incorporar una línea de trabajo específica en el marco de la propia Unión Nacional de Instituciones de Personas Ciegas que permita abordar el tema de género. Otra posibilidad es crear una entidad netamente de mujeres"

¿Cuál es la situación específica de las mujeres ciegas y con baja visión en tu país? 

 

En este sector el mayor porcentaje se centra en personas con baja visión en Chile. En nuestro país hay una característica geográfica a tener en cuenta. Chile es un país muy extenso, muy largo y por ello se hace necesario un movimiento social de la discapacidad que tenga participación en todas las regiones para que goce de verdadera representatividad a nivel nacional. Esta es una dimensión muy relevante en nuestro trabajo. 

 

En el tema concreto de las mujeres, en la actualidad no existe ningún programa de capacitación dirigido a ellas. No hay una labor específica dentro del estado para formar a lideresas en el tema de discapacidad visual.  Ya de manera global, y siguiendo con este análisis, tengo que hacer hincapié en el problema del acceso a la educación de las niñas con discapacidad. Se hace necesario apostar por una educación verdaderamente inclusiva en Chile, a la que puedan acceder las niñas. También tenemos que trabajar para que estas niñas lleguen a finalizar sus estudios secundarios y conseguir la transición de un colegio especial a uno regular o que desde muy pequeñas puedan acudir a un colegio regular.  

 

Ya en la edad adulta, el acceso a la educación superior es también una cuestión que nos preocupa, como también nos preocupa el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y la dimensión de la afectividad. Estos son temas que no se han abordado en Chile para las personas con discapacidad visual, y menos aún para las mujeres. Además, está el problema de la falta de inclusión laboral, vinculada directamente con la falta de inclusión en la educación. En relación al derecho a formar una familia, si es que la mujer  así lo decide, se necesitan, por ejemplo, materiales accesibles que informen acerca de cómo criar a un hijo o a una hija, tal y como existen para el resto de las personas que ven. 

 

¿Tienen las mujeres con discapacidad  de tu país alguna experiencia con otras organizaciones de mujeres?

 

La experiencia en este sentido es muy escasa. A finales del año pasado algunas mujeres con discapacidad visual y ciertas organizaciones de personas con discapacidad, fueron invitadas a participar en grupos de mujeres sin discapacidad. Esta iniciativa ha sido muy positiva, puesto que las personas sin discapacidad  han aprendido, han empatizado y han logrado incorporar  la discapacidad como parte de sus organizaciones. Nos encantaría, por ejemplo, poder desarrollar un seminario internacional de mujeres con discapacidad en Chile, pero hasta la fecha no lo hemos podido llevar a cabo.

 

Quizás sería una gran posibilidad conseguir una unión de organizaciones de diversos países para llevar a cabo proyectos conjuntos en esta materia,  porque la vía que tenemos en Chile para ejecutar estas iniciativas es a través de proyectos, con el objeto de obtener los fondos necesarios para celebrar un evento de estas características. Estamos abiertas a este tipo de propuestas y a poder acceder a ayuda internacional para su puesta en marcha.

 

Finalmente, ¿qué mensaje harías llegar a las mujeres y niñas con discapacidad de España?

 

Pues que si en el día de mañana tienen la oportunidad de poder estar aquí presentes, en Naciones Unidas, en Ginebra, donde se reúne el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que no pierdan esa oportunidad. Es una experiencia que hay que vivirla, ya que estando aquí una se da cuenta del gran trabajo que realiza el Comité. Es un trabajo serio, que ofrece confianza a las personas con discapacidad para seguir trabajando en la defensa de nuestros derechos humanos, sobre todo de los derechos de las niñas y mujeres con discapacidad.

 

La sociedad civil va logrando, paso a paso, avances, quizá no de manera muy rápida, no vamos corriendo, pero sí hacia adelante, sin retrocesos, y eso es lo importante. Las mujeres podemos hacer todo lo que queramos siempre que nos apoyemos entre nosotras,  entendiéndonos. Detrás de cada mujer hay un brillante que hay que sacar para que las demás personas también lo puedan ver y así sepan que somos capaces.    

 

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