En los 28 países de la Unión Europea, más de 44 millones de personas entre 15 y 64 años tenían alguna dificultad en una actividad básica, y casi 35 millones de personas tenían una ‘discapacidad para el empleo’ (EEPA, 2011). Las mujeres constituyen la mayoría de las personas con discapacidad (54%) y tienen más posibilidades que los hombres de padecer una dificultad en una actividad básica (15,1%, frente al 12,9%), una discapacidad para el empleo (11,9%, frente al 10%), o una discapacidad según la definición de la Encuesta Europea de Salud e Integración Social (14%, frente al 11,7%).
Teniendo en consideración el aumento del número de personas mayores y la mayor esperanza de vida de las mujeres, se espera que estas cifras incrementen.
Asimismo, el estudio analiza los marcos legislativos y políticos de la UE y a nivel nacional, a fin de averiguar si abordan la discriminación múltiple que sufren las mujeres con discapacidad, y de qué manera. Se combina un enfoque de transversalización de género (por ejemplo, la incorporación de la perspectiva de género de todas las políticas e iniciativas legislativas en materia de discapacidad) con medidas específicas dirigidas a las mujeres con discapacidad. Además, el estudio incluye información clara al respecto de los mecanismos de aplicación y seguimiento. El estudio se basa en la triangulación de métodos distintos y complementarios, herramientas de recopilación de datos, y actividades. La información y datos secundarios (que provienen de estudios, documentos y fuentes de datos existentes), así como datos primarios (adquiridos mediante estudios de casos específicos), forman la base del análisis.
En la elaboración del estudio, se han utilizado las siguientes herramientas de investigación:
análisis bibliográfico, incluyendo el análisis de la literatura y la legislación pertinente, así como un análisis estadístico de los datos existentes al respecto.
trabajo de campo, a través de siete estudios estructurados de casos específicos por países.
recogida de ejemplos de buenas prácticas identificados tanto durante el análisis bibliográfico como a lo largo del trabajo de campo.
El informe, que se estructura en seis capítulos, presenta las conclusiones principales del estudio. Después de la introducción, el capítulo 2 ofrece información de antecedentes del estudio, centrándose en el debate en torno a la intersección de género y discapacidad a nivel internacional y europeo. En el capítulo 3 se describen las características principales de las condiciones laborales y socioeconómicas de las mujeres con discapacidad, prestando atención especial a las brechas provocadas por el género y la discapacidad que padecen las mujeres con discapacidad, si se compara su situación socioeconómica con la de los hombres con discapacidad (brecha de género) y con la de las mujeres sin discapacidad (brecha de discapacidad). El análisis se ha basado en los datos y los indicadores de los que se disponen a nivel de la UE, a fin de medir, cuando sea posible, las diferencias entre los distintos países.
El siguiente capítulo (capítulo 4) incluye una perspectiva general del marco jurídico y político existente, para así poder evaluar si se tiene en cuenta la discriminación múltiple, y hasta qué punto. El análisis se centra en la legislación y las políticas internacionales y europeas en materia de discapacidad e igualdad de género, y se trata de averiguar si se han adoptado medidas dirigidas específicamente a las mujeres con discapacidad al objeto de combatir la discriminación múltiple. Asimismo, en este capítulo se pretende saber si los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos para el periodo 2014-2020 se están utilizando para abordar la situación laboral y socioeconómica de las mujeres con discapacidad, y si es así, hasta qué punto. El enfoque del capítulo 5 es el debate a nivel nacional y las políticas adoptadas, incluyendo el uso de los Fondos Estructurales, en los siete países que se analizan en profundidad en los casos de estudio. Además, en este capítulo se realiza una comparativa de varios ejemplos que se han seleccionado de buenas prácticas a escala nacional que nos ofrecen indicaciones útiles para las recomendaciones de políticas que se presentan en el último capítulo (capítulo 6).
Para concluir el informe, se incluyen varios anexos que evalúan la disponibilidad y la fiabilidad de los datos existentes de Eurostat en relación con la discapacidad y el empleo, en el contexto del análisis por género, recogen más tablas de estadísticas, ofrecen tablas comparativas de los estudios realizados en los siete países. Asimismo, en anexo se ofrecen fichas sobre las políticas en materia de discapacidad y los estudios completos de la situación en los siete países analizados.
Por lo que se recomienda a los estados miembros realizar políticas y programas que incluyan de manera conjunta la perspectiva del género y la discapacidad, además de elaborar un marco político para fomentar la participación de dichas mujeres en el mercado laboral y en la elaboración de políticas.
Se reitera la necesidad de que las instituciones de la Unión Europea y los estados miembros desarrollen acciones afirmativas y un marco político que fomente la participación laboral de las mujeres con discapacidad.
Por último, se señala que la política que se ha desarrollado para solucionar la situación de las mujeres con discapacidad, es modesta y las medidas de austeridad ponen en riesgo futuros avances.
