Tu recorrido en el mundo de la discapacidad empieza por voluntad propia, tú misma decides entrar en Plena inclusión. ¿Cómo llegaste hasta su puerta?
Cuando estaba en la escuela pasaba días y días estudiando para un examen y a la hora de examinarme se me borraba todo. Sabía que me pasaba algo, no era normal que me ocurriera algo así. Entonces un día le dije a mi madre, Mamá, aquí pasa algo. Fuimos a una asociación de la que nos había hablado un amigo. Allí me dieron muchísimos apoyos. Desde entonces, he estado además en un centro ocupacional, formándome durante 8-9 años, con talleres de serigrafía, charlas, formación variada, y después me ofrecieron un puesto de trabajo en Plena inclusión Extremadura, de formadora, porque he recibido formación de formadores en derecho.
¿Cómo ha sido ese trabajo en Plena inclusión Extremadura?
Daba charlas sobre sensibilización. Empecé con una campaña que se llamaba El valor de la diferencia y gracias a esa campaña he trabajado durante tres años y estoy muy agradecida. Y Plena inclusión Extremadura tira mucho de mí porque me meto muy bien en el papel y no solo puedo dar charlas a personas con discapacidad o a sus familias, puedo dar cualquier tipo de charla. Me preparo muy bien, incluso ensayo delante de un espejo y con la ayuda de mi familia.
Esos tres años trabajando en Plena inclusión Extremadura te han ayudado además a que incluso formes parte de la junta directiva de Plena inclusión España. ¿Cómo ha sido ese proceso?
En 2017 me comentaron que se había acordado que hubiera personas con discapacidad intelectual en la junta directiva de Plena inclusión España y me animaron a prepararme. Así lo hice y desde junio de 2018 formo parte de la misma.
Y en poco tiempo, te proponen también entrar en la Fundación CERMI Mujeres, en su Patronato.
Desde nuestra Junta Directiva se consideró fundamental que una mujer con discapacidad intelectual formara parte del Patronato de la Fundación CERMI Mujeres, con el objetivo de que las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo estuvieran representadas. Por eso, solicitamos la incorporación al Patronato y en su última reunión del 11 de diciembre, mi incorporación fue aprobada por unanimidad. Es muy reciente, por eso de momento no he realizado ninguna labor en el mismo.
¿Qué te pareció la idea de formar parte de la Fundación CERMI Mujeres?
Cuando me lo sugirieron abrí los ojos como una campana, no me lo creía, pero les dije que contaran conmigo. Fundación CERMI Mujeres hace un trabajo espectacular, ¡madre mía, cómo les da tiempo a hacer tanto! Creo además que tiene unos objetivos de trabajo claros y que compartimos completamente. Objetivos basados en la defensa de derechos de las mujeres con discapacidad con la Convención de los Derechos de las Personas con discapacidad en la mano. Esa va a ser su guía, y con una Vicepresidenta como Ana Peláez sabemos que va a ser un trabajo perfectamente orientado en esa dirección. Para ello Ana sabe que cuenta con Plena inclusión y con mi trabajo y apoyo.
¿Qué quieres trasladar a la Fundación CERMI Mujeres en tu nueva responsabilidad en ese Patronato?
Como representante de las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo puedo aportar nuestras principales reivindicaciones y demandas, como son la incorporación de la accesibilidad cognitiva a todos los documentos, soportes de comunicación y entornos; la prevención del abuso y maltrato a las niñas y mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo, que son las más vulnerables, y el derecho a elegir sobre los diferentes aspectos de nuestras vidas, desde la afectividad y sexualidad, hasta el empleo, proyecto de vida y ocio y tiempo libre. Que las mujeres con discapacidad intelectual tengamos las mismas oportunidades que los hombres, la igualdad de género es fundamental para nosotras porque históricamente nos han tenido escondidas, invisibles.
El CERMI y la Fundación CERMI Mujeres trabajan desde hace años, pero ahora con más ímpetu, en la lucha contra las esterilizaciones forzosas, ¿cómo crees que debe abordarse este asunto?
Una mujer con discapacidad intelectual debe ser informada de todo lo que le concierne y estamos hablando de su cuerpo y su intimidad. Desde Plena inclusión trabajamos por que cada persona sea dueña de su vida, con los apoyos necesarios. El tema de las esterilizaciones es muy importante, y en pleno siglo XXI como estamos, que se acepte esto, es para dar un buen palo a España. Pero en cuanto al derecho a la sexualidad y a la maternidad, creo que hay que formar sobre todo a las familias, no solo a las personas con discapacidad, porque para las familias, aunque no todas, el tema de la sexualidad de las mujeres con discapacidad intelectual es un tabú.
Otra de tus luchas tiene que ver con el derecho al voto, ¿qué ocurrió en tu caso y cómo lo has recuperado?
Mis padres iniciaron un proceso de modificación legal de la capacidad, lo que se conoce como incapacitación, para protegerme en algunas cuestiones, pero nadie les informó de lo que conllevaba ese proceso. Cuando llegó el informe a casa y lo leí me di cuenta de que no podía votar y se lo comenté a mi madre, entonces empezamos el proceso de reclamación. Logré recuperarlo hace tres años gracias a Plena inclusión Extremadura. Estas serán las primeras elecciones en las que voto.
¿Qué sientes?
¡¡Nervios!! Porque tengo muchos focos abiertos. Quiero saber lo que dice cada partido y según el que más me guste, votaré. En Plena inclusión vamos a empezar una campaña que explica lo que son las elecciones, los candidatos y todo de manera detallada y pediremos los programas en lectura fácil.
¿Qué ha sido para ti el movimiento asociativo en todo este tiempo?
Trabajar en el movimiento asociativo me ha ayudado mucho. Pero tengo una anécdota curiosa de hace muchos años, de cuando era pequeña, con 10-11 años, porque tenía un amigo con síndrome de Down y todo el mundo se metía con él y a mí no me gustaba. En ese momento decidí que en el futuro iba a defender a las personas con discapacidad. Tengo mucho que agradecer, me gusta ser agradecida. Yo no hablaba con nadie, era muy tímida, y fíjate ahora, ¡no hay quien me pare!