En este sentido, la Fundación CERMI Mujeres en su contribución ha recordado que durante la última década la Comisión Europea ha adoptado su Estrategia para la igualdad entre mujeres y hombres (2010-2015) y el Compromiso estratégico para la igualdad entre mujeres y hombres 2016-2019. Desgraciadamente, en ninguno de estos dos instrumentos se incluía o se abordaba la situación específica de las mujeres y niñas con discapacidad, y menos aún de las madres cuidadoras de personas con discapacidad, pese a ser una población que sufre discriminaciones múltiples constantes y otras violaciones graves de sus derechos fundamentales.
En 2015, en sus Observaciones finales sobre el informe inicial de la Unión Europea, el Comité de la CRPD de Naciones Unidas adoptó recomendaciones específicas que debe seguir la UE en relación con las mujeres y niñas con discapacidad. Más concretamente, el Comité recomendó a la Unión Europea que incorporara la perspectiva de las mujeres y niñas con discapacidad en la nueva estrategia de igualdad de género y en sus políticas y programas en esta materia; que igualmente incorporara la perspectiva de género en sus estrategias sobre discapacidad, y que formulara medidas de acción afirmativa para promover los derechos de las mujeres y las niñas con discapacidad. El Comité de la ONU también le solicitó a la Unión Europea que estableciera un mecanismo para supervisar los progresos realizados en la igualdad y no discriminación de esta población femenina, dedicando financiación para la investigación y la reunión de datos sobre su situación concreta. Por último, el Comité de la CRPD también recomendó a la Unión Europea que se adhiriera al Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención y Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (Convenio de Estambul) como un paso más para combatir la violencia contra las mujeres y las niñas con discapacidad.