Según declara, esta perspectiva de género se debería incorporar tanto en las distintas investigaciones médicas como en la atención sanitaria para evitar sesgos que perjudiquen a los pacientes. “Esto pasaría por reforzar la investigación acerca de la salud de las mujeres y niñas, así como de las enfermedades que les afectan”, añade.
Para Peláez, las personas con discapacidad, especialmente las mujeres, tienen que ser consideradas un grupo en situación de vulnerabilidad durante una crisis de salud pública y necesitan una atención prioritaria, “de ahí la importancia de que las campañas y planes de salud públicas se tienen que diseñar, desde el principio, incluyendo la perspectiva de género y de discapacidad”.
Por otra parte, Ana Peláez reconoce en la entrevista que son muchas las demandas que siguen pendientes en relación con la igualdad y no discriminación de las mujeres y niñas con discapacidad. Por ello, afirma que están trabajando para que los estados se comprometan en la incorporación de las cuestiones de discapacidad en la agenda política de los derechos de la mujer y la igualdad de género, con especial atención a la violencia.
Su objetivo, según señala, es fortalecer la agenda de trabajo de la Fundación CERMI Mujeres abordando nuevas realidades y aumentando su capacidad de incidencia política sobre diversas cuestiones que tienen sobre la mesa.
Entre ellas, destaca la trata y la prostitución; la migración, el refugio y el asilo; la violencia en todas sus formas contra las mujeres y niñas con discapacidad y los recursos disponibles para ellas; la erradicación definitiva de todas las prácticas de esterilización no consentida y la reparación de las víctimas; la formación sobre los derechos y el acceso a la salud sexual y reproductiva, el empoderamiento de las niñas con discapacidad; el trabajo con las madres y cuidadores de familiares con discapacidad y el impacto de la pandemia en todas estas mujeres.
Fuente: Servimedia