El futuro del activismo de la discapacidad en Andalucía: un camino hacia la inclusión real
"El activismo de la discapacidad en Andalucía no se detiene. No se conforma. Incomoda cuando es necesario, exige cuando es justo y construye siempre"
Desde el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad en Andalucía (CERMI Andalucía), reafirmamos que el activismo en defensa de los derechos de las personas con discapacidad constituye una herramienta imprescindible para avanzar hacia una sociedad verdaderamente inclusiva. Se trata de una acción colectiva que exige el reconocimiento pleno de la igualdad, la dignidad y la participación efectiva de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida social, política, económica y cultural. El movimiento organizado de la discapacidad reivindica una transformación estructural que coloque en el centro a las personas y sus derechos. Nuestro movimiento no parte de privilegios, sino de derechos. Porque el problema no es la discapacidad, sino un entorno construido sin tenerla en cuenta.
En nuestra comunidad autónoma, donde más de 700 000 andaluces y andaluzas conviven con algún tipo de discapacidad, este activismo cobra una especial relevancia, ha adquirido un papel cada vez más protagonista en la construcción de políticas públicas, exigiendo políticas inclusivas, ha ocupado espacios sociales y políticos y ha visibilizado realidades históricamente invisibles.
El activismo actual se articula desde una perspectiva de derechos humanos, interseccionalidad y justicia social, en estrecha alianza con otros movimientos como el feminismo, el antirracismo, el ecologismo y el colectivo LGTBIQ+. Porque cualquier sociedad que excluye o invisibiliza a una parte de su ciudadanía, es una sociedad incompleta e injusta.
Como hemos reiterado desde CERMI Andalucía, la discapacidad no constituye el verdadero obstáculo. El verdadero reto reside en un entorno social, normativo y físico que, históricamente, no ha sido concebido para dar cabida a todas las personas en igualdad de condiciones.
Mirando al futuro, el activismo de la discapacidad debe seguir consolidándose como agente transformador. Es necesario que las personas con discapacidad participen activamente en el diseño de políticas públicas, en el desarrollo de tecnologías accesibles, en los espacios de representación institucional y en la toma de decisiones. No se trata de “dar voz”, sino de garantizar que esa voz esté presente en los órganos de gobierno, en los consejos consultivos y en los espacios de cogobernanza. El activismo no solo denuncia y exige: también propone, construye y transforma.
Desde CERMI Andalucía, identificamos tres elementos clave para el futuro del activismo en nuestra tierra:
1. Liderazgo joven y con visión de impacto Las nuevas generaciones de personas con discapacidad están protagonizando un cambio de paradigma. Están ejerciendo un activismo basado en la identidad, la autonomía y la exigencia de derechos. Se trata de liderazgos con visión de impacto, con vocación de cambio social y con una sólida formación en competencias sociales, digitales y organizativas. Representan el futuro del movimiento, y debemos acompañarles, escucharles y facilitar que asuman espacios de representación real.
2. Tecnología accesible, participativa y con justicia social Las innovaciones tecnológicas, desde la inteligencia artificial hasta las herramientas digitales más cotidianas, deben ser diseñadas con la participación de las personas con discapacidad. En Andalucía, tenemos el reto y la oportunidad de impulsar una transformación digital verdaderamente inclusiva.
3. Alianzas reales y sostenibilidad del movimiento asociativo Para que el activismo siga vivo y con fuerza, necesitamos estructuras sólidas, financiación adecuada y espacios de interlocución eficaces. Para el fortalecimiento del tejido asociativo de la discapacidad de Andalucía reivindicamos una financiación adecuada, estable y suficiente. Las entidades sociales que representamos a las personas con discapacidad debemos contar con los recursos necesarios para ejercer nuestra labor de representación, interlocución y prestación de apoyos en condiciones dignas. Las alianzas con las administraciones públicas, con el sector privado y con el tejido social andaluz, son también fundamentales para consolidar un cambio estructural y sostenido.
El futuro del activismo de la discapacidad pasa, por tanto, por reforzar su capacidad de incidencia, ampliar su base social y consolidar su legitimidad como interlocutor imprescindible en la construcción de una sociedad donde todas las personas cuenten, sin excepciones.
El activismo de la discapacidad en Andalucía no se detiene. No se conforma. Incomoda cuando es necesario, exige cuando es justo y construye siempre. No pedimos que se nos dé voz: la tenemos. Lo que reclamamos es presencia real en los órganos de decisión, en las políticas que nos afectan, en la vida pública de nuestra comunidad.
Desde CERMI Andalucía seguiremos impulsando este activismo firme, propositivo y transformador. Porque solo una Andalucía donde todas las personas cuenten, será una Andalucía verdaderamente democrática y cohesionada.
